La intervención humana en las tareas agrícolas tal vez no sea necesaria en pocos años más y el ciclo completo de producción podría estar a cargo de máquinas robots.
En esa dirección está trabajando AGCO y espera que, en cinco años más, los productores se hayan desentendido de los trabajos habituales.
«Dijimos que íbamos a operar máquinas autónomas en todo el ciclo de cultivo para 2030 y todavía lo estamos haciendo», afirmó Eric Hansotia, Director Ejecutivo de AGCO.
Durante una jornada tecnológica realizada en Norteamérica, Hansotia admitió que la adopción de los equipos robotizados puede ser lenta al principio.
Convencimiento
Sin embargo, Hansotia advirtió que cuando los productores prueban las ventajas de la autonomía, terminan convencidos.
Es lo que ocurre, según el ejecutivo, con el kit OutRun, que le permite a la cosechadora controlar al tractor (sin operario en la cabina) que tira de la tolva autodescargable.
“Cuando prueban nuestra solución de cosecha, dicen: ´Esto es fantástico, ¿por qué lo haría de otra manera?´. Creemos que sucederá lo mismo con la labranza. Y, poco a poco, la confianza aumentará”, afirmó Hansotia.
Barrera
Posiblemente, la traba más importante en la robotización se ubique en el momento de poner las semillas en el surco.
“La disposición de los productores a abandonar la siembra y no estar presentes para observar todo el proceso aún es baja”, dijo Hansotia.
«Porque si se siembra mal, no hay nada más en el ciclo de cultivo que pueda compensarlo”, agregó.
Sin embargo, cree que a medida que la tecnología se desarrolle y demuestre su fiabilidad, ese sentimiento cambiará.
Fuente: MaquiNAC


