Parece que esta vez se viene en serio.
El secretario del Tesoro, Bessent, comunicó recientemente haber logrado el "marco sustancial" para las conversaciones comerciales antes de la reunión a realizarse este jueves, entre Trump y Xi Jinping, en Corea del Sur.
A resultas de ello, EE.UU. ha retirado la amenaza de aranceles adicionales del 100% para el 1º de noviembre.
Lo dicho por Bessent disparó el precio de la soja en Chicago este lunes.
El poroto alcanzó un cierre de su cotización en USD 392,20, el nivel más elevado en los últimos cuatro meses.
Noviembre mejoró USD 9,37 y enero, USD 9,09.
El gráfico muestra claramente la suba desde el 1 de octubre a la fecha.

¿Por qué han subido?
Obviamente, el alza de valores resultó de la expectativa favorable a un acuerdo de eliminación de la veda aplicada por Pekín a la oleaginosa estadounidense, por la cual China no ha comprado ni una tonelada de ésta.
El presidente estadounidense se dirige a Corea del Sur para asistir al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en la ciudad de Gyeongju, donde el 30 de octubre se reunirá con Xi Jinping.
Habrá que ver cuánta soja de EE.UU. importará China, en caso de llegar a un acuerdo, este jueves, entre los líderes de ambos países.
Trump presionaría a Xi para abordar el tráfico de fentanilo que, según Washington, los cárteles mexicanos fabrican a partir de precursores químicos procedentes de China.
Además, buscará China aumente sustancialmente sus compras de soja estadounidense.
Las especulaciones van desde 8 a 20 millones de toneladas que China podría importar de EE.UU.
Menor cosecha de lo esperado
Otro factor que está estimulando la suba de precios es de la alta posibilidad de que el volumen final de la cosecha estadounidense quede debajo del nivel de 117,05 de toneladas, que es el número estimado por el USDA en septiembre.
Como el stock final se estima en 8,17 millones de toneladas, es posible que, cuando se efectúen las exportaciones a China, no alcance la oferta y ello obligue a racionarla.
De darse este cuadro, lo lógico sería que los precios en EE.UU. se incrementen y, por lo tanto, la demanda china se redirija nuevamente a Brasil y Argentina, con la consecuente alza de valores.


