Ya hemos abundado suficientemente acerca de la inusual persistencia de la circulación de aire del noreste durante este invierno, sin embargo, esta es la referencia básica para encontrar alguna explicación a la inusual sobreoferta pluvial que presentó el cierre del trimestre frío. Dos ciclogénesis, más un sistema frontal, que encontraron masas de aire sin restricciones de humedad, dejaron lluvias que multiplicaron al menos por tres, la estadística pluviales de agosto. Esta es una situación difícil de sostener sin que se produzcan excesos hídricos y anegamientos en esta época del año.

En el mapa se representan las lluvias del mes de agosto, las cuales se sumaron básicamente en dos eventos. Primero las jornadas del 18/19 y luego las dos últimas jornadas del mes. Ya con el primer episodio los suelos en gran parte de la zona central ya habían quedado saturados. La capacidad receptiva en la provincia de BA estaba seriamente sesgada y era obvio que el área inundad tenia amplias posibilidades de extenderse. Esto finalmente se concretó con las lluvias del último fin de semana.
Las precipitaciones fueron sumamente importantes en zonas del centro este de CB, sur de SF y la zona central del norte bonaerense. En muchas localidades (datos no oficiales que no quedan representados en el mapa), los acumulados al cabo de dos días superaron los trescientos milímetros. No fue algo generalizado, pero insistimos, la media normal de agosto es a lo sumo de cuarenta milímetros en el centro de la zona núcleo. El área donde las lluvias dejaron al menos ciento cincuenta milímetros cubre casi toda la zona agrícola principal.
El daño más importante recae sobre la provincia de BA. La misma ya venía golpeada desde julio. Todo este sobrante pluvial deja un escenario muy incierto para la evolución de la fina ya implantada y para el avance de las siembras de la gruesa. Las pasturas para la ganadería también están complicadas.
Por lo pronto, llega el frío. Una masa de aire frio y seco, con heladas para la franja sur y enfriamiento destacado durante los próximos días para el centro, propone un escenario más estable a gran escala. Es un alivio esperado, el cual permitirá dimensionar la magnitud de los daños y reprogramar el escenario para el avance de las siembras, sobre todo el maíz temprano.


