Abraham señaló que lo que sí se observa es una desaceleración más lenta de lo previsto, aunque aclaró que aún no se refleja en los precios el fuerte aumento del tipo de cambio ocurrido en julio. "En los relevamientos que hace la fundación no vemos un impacto importante todavía; probablemente se note en los próximos meses y sea de apenas unas décimas adicionales por mes", indicó.
El economista adelantó que podrían registrarse índices mensuales de hasta 2,1% en algún momento del año, pero mantuvo su proyección de cierre: "Esperamos que la desaceleración continúe y que 2025 termine con una inflación anual de 27% o menos".
Por Paula Escalante
Fuente: Libertad y Progreso


