El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores, informó este martes que la producción interna de trigo todavía representa problemas, por lo que se debe importar más del 50% del grano para garantizar el abastecimiento interno.
“Generalmente llegamos al 40, 45 por ciento del consumo interno en nuestro país en todo lo que es la producción de trigo, pero vamos a esperar que sigan los trabajos de cosecha para que podamos dar una información certera. Pero obviamente no va a pasar del 50% de lo que es el consumo interno. Lo demás tenemos que importar”, explicó en conferencia de prensa.
Trigo
De acuerdo con la autoridad, el trigo es el “único producto” con el que se tiene problemas de producción dentro del país. Por ello, cada año se planifica la importación del grano para garantizar el consumo.
Flores explicó que la compra en el mercado exterior la realiza Insumos Bolivia y la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) se encarga de la comercialización del producto en sus diferentes sucursales.
El ministro detalló que Bolivia importa tanto la harina de trigo como el propio grano sin ser trabajado. Datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), basados en cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), indican que en 2024 el país importó más de 420.000 toneladas de trigo y harina desde países como Argentina, Brasil y Canadá.
La semana anterior, la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) estimó una producción de 100.000 toneladas métricas en la campaña de invierno 2025, impulsada por condiciones climáticas favorables y el esfuerzo sostenido del sector agrícola.
Pese a que esa cantidad representa un aumento considerable en la producción, todavía está lejos de abastecer la demanda total del grano en el país que se sitúa en, aproximadamente, 800.000 toneladas anuales.
Aunque el país no produce la suficiente cantidad de trigo, Flores asegura que el Gobierno trabaja para garantizar la soberanía alimentaria y mantener el normal acceso a los productos derivados del grano.


