La semana comenzó con movimientos moderados en los mercados agrícolas. La soja muestra una leve recuperación en Chicago, aunque el contrato de septiembre aún se mantiene por debajo de los US$10. Esta suba parece estar impulsada por el arrastre del maíz y el trigo, que operan en terreno positivo, mientras el mercado espera nuevas señales que justifiquen variaciones más fuertes.
El último informe del USDA fue ligeramente bajista para la soja, aunque ya parece haber sido digerido por el mercado. Aun así, el sesgo bajista persiste, condicionado por variables que exceden lo agrícola.
En ese marco, el petróleo volvió a subir, empujado por las tensiones entre Rusia y EE.UU. y una mayor demanda por parte de China. En paralelo, el presidente Trump anunció nuevos aranceles del 30% sobre importaciones desde México y la Unión Europea a partir del 1 de agosto, lo que incrementó la incertidumbre en los mercados financieros.
Estas medidas se suman a las tarifas ya impuestas contra Canadá, Brasil y Argelia, generando preocupación entre los empresarios brasileños, quienes piden una salida diplomática ante el temor de una mayor politización del comercio internacional.
En el plano climático, las condiciones en EE.UU. durante la etapa de polinización del maíz son actualmente favorables. Si se mantienen hasta fin de mes, podrían permitir un récord de rendimiento para la cosecha estadounidense. Aun así, los precios siguen bajo presión, reflejando un equilibrio frágil entre buen potencial productivo y un entorno internacional inestable.
Esta semana será clave para los mercados, ya que se esperan importantes datos económicos en EE.UU., entre ellos el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y el Índice de Precios al Productor (IPP) de junio. Se anticipa una aceleración que podría reflejar el impacto de las nuevas tarifas, en momentos donde también se conocerán cifras de producción industrial, ventas minoristas y se difundirá el Libro Beige de la Reserva Federal, todo lo cual ofrecerá una fotografía más clara del estado de la economía estadounidense.
En China, las exportaciones crecieron un 5,8% interanual en junio, superando las expectativas del 5,0%, lo que da aire a los mercados asiáticos, aunque Wall Street se muestra cauto mientras se prepara para la temporada de resultados empresariales.
Finalmente, esta semana también se desarrollará la reunión del G20 de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales en Sudáfrica, marcada por la ausencia del secretario del Tesoro de EE.UU., una señal clara de las tensiones políticas globales respecto a la dirección económica del grupo.
En este contexto, los factores geopolíticos, el clima en el Medio Oeste estadounidense y los datos macroeconómicos serán determinantes para definir el rumbo de los precios agrícolas en el corto plazo.
Por Esteban Moscariello


