Qué tiempos aquellos en que los productores de maíz se preocupaban solamente por cómo venían las producciones de las parcelas de alrededor de la suya, y con esto inferían cómo podrían estar los precios de su grano en el mercado.
Hoy, a pesar de las nuevas tendencias comerciales proteccionistas, la verdad es que seguimos transitando en una economía global en la que los productores tiene que estar pendientes del clima, no solamente en su zona de producción, sino también en las demás zonas productoras del planeta que les compiten, de temas geopolíticos como la guerra entre Ucrania y Rusia que ha afectado la producción y comercio de maíz y trigo, o la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
También de las decisiones políticas internas como el mandato de biocombustibles en Estados Unidos, o la política monetaria que sigan los países, ya que se les encarecen o disminuyen los costos de financiamiento y se generan movimientos en el tipo de cambio, lo que hace que se encarezcan o abaraten los precios de venta de sus productos en el mercado internacional, o los precios de los energéticos que afectan sus costos de producción.
Para aderezar el asunto, también tienen que estar pendientes de las expectativas de los grandes fondos de pensiones, inversionistas que entran a los mercados con la expectativa de obtener una ganancia y que en muchas ocasiones contradicen las leyes de oferta y demanda, a lo que finalmente habría que agregar la expectativa de la propia oferta y demanda que surge a partir de las posibilidades de tener un buen crecimiento económico o no, que haga que caiga o suba el consumo del grano.
Y es así que la semana pasada el mercado se estuvo moviendo principalmente por los diferentes encabezados noticiosos con relación a varios factores que mantienen a los inversionistas (especuladores) del mercado de futuros atentos.
En primer lugar en Washington se ha estado manejando la versión de que se ha estado avanzando en las pláticas con China para llegar a acuerdos sobre la guerra comercial que se ha desatado y que sin duda ha tenido un impacto en el comercio de granos entre los dos países, lo que generó que por momentos se viera el precio del maíz subir; sin embargo, el gobierno chino ha declarado que aún no se han iniciado dichas conversaciones.
¿Quién estará diciendo la verdad? Mientras tanto los mercados se mueven de manera volátil.
El otro factor que movió a los mercados es la posibilidad de que se emita un nuevo mandato sobre biocombustibles, el cual y según los alcistas del mercado esperaban tener noticias tan pronto como la semana pasada, cosa que no sucedió, pero que en su oportunidad le dio impulso a los precios del mercado. Los más conservadores consideran que esto tomará más tiempo.
Por su parte, el clima fue otro tema del cual los operadores estuvieron pendientes en los mercados, ya que aparentemente, los pronósticos indican que las lluvias en el cinturón maicero darán un respiro para tener un buen avance de siembra. Habrá que estar pendiente de lo que nos informen este lunes, pero por lo pronto, al lunes pasado el maíz llevaba un avance de siembra del 24% de la superficie total, poquito abajo del 25% que esperaba el mercado, pero por encima del promedio de los últimos 5 años del 22 por ciento.
De esta manera, vimos al maíz subir y bajar a lo largo de la semana donde al cierre del viernes se ubicó en niveles de 184.54 dólares/tonelada a plazo de julio en la Bolsa de Chicago, lo que significó un retroceso de 1.28 dólares, que es precisamente el precio de referencia usado por nuestros productores de Sinaloa.
El próximo 12 de mayo habrá que estar atentos a la publicación del reporte sobre oferta y demanda mensual del USDA que mostrará los primeros números de este ciclo, por lo que todavía no hay nada para nadie en el maíz, aunque las expectativas son bajistas en el mediano plazo ya que se espera una enorme producción en Estados Unidos, y lo mismo para Brasil y Argentina.
Abróchense los cinturones porque esto apenas comienza.


