
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) han unido esfuerzos para desarrollar un bañadero móvil, una herramienta diseñada para controlar y erradicar brotes de sarna ovina en la meseta de Chubut.
Este dispositivo portátil busca fortalecer la condición de la provincia como zona libre de esta enfermedad, asistiendo a productores en áreas de difícil acceso y estricta vigilancia epidemiológica.
Un prototipo al servicio de los productores
Presentado a fines de 2024 en las instalaciones de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Chubut del INTA, en Trelew, el bañadero móvil está especialmente pensado para atender las necesidades de saneamiento ovino en los departamentos de Telsen, Gastre y Cushamen.
Este innovador equipo cuenta con un sistema de corrales encastrables, una rampa de acceso para los animales y un tanque con capacidad aproximada de 1600 litros. Además, incluye una escalera de salida que conduce al escurridero, facilitando el manejo del ganado tras el baño.
La portabilidad del bañadero permite trasladarlo a establecimientos remotos, ofreciendo una infraestructura adecuada para realizar baños de inmersión que combatan eficazmente los brotes aislados de sarna detectados en la región.
Su diseño también prioriza el bienestar animal, cumpliendo con los estándares establecidos en la normativa vigente y garantizando un manejo seguro y eficiente por parte del personal capacitado.
Una respuesta a un problema persistente
La iniciativa, impulsada por los centros regionales Patagonia Sur de Senasa e INTA, la Comisión Provincial de Sanidad Animal (Coprosa) y el Ministerio de Producción de Chubut, surge tras una evaluación exhaustiva del comportamiento de la sarna ovina en la zona. Los estudios revelaron una disminución en la eficacia de los productos inyectables tradicionalmente utilizados, lo que llevó a buscar alternativas más efectivas.
El bañadero móvil se destaca por su simplicidad, facilidad de traslado y adaptación a las necesidades de los productores, según destacaron desde el Centro Regional Patagonia Sur del Senasa.
El tratamiento: un proceso en etapas
El baño ovino consiste en la inmersión total de los animales en formulaciones veterinarias autorizadas por Senasa, aplicadas por personal idóneo. El tratamiento requiere dos sesiones: la primera elimina los parásitos adultos (excepto los huevos), mientras que la segunda, realizada 9 o 10 días después, erradica las crías emergentes, impidiendo su reproducción.
Para garantizar su efectividad, el 100% de la majada debe ser tratado, identificando a los animales bañados con pintura para lanar. Este método, aunque exigente, se alinea con los estándares internacionales de bienestar animal y representa un desafío logístico que el bañadero móvil ayuda a superar.
Chubut: un referente en producción ovina
La provincia de Chubut fue declarada libre de sarna ovina en 2016, tras implementar un exitoso plan de erradicación y mantener una estricta vigilancia epidemiológica en las zonas más vulnerables.
La producción ovina de la región se distingue por cumplir con altos estándares de calidad y bienestar animal, lo que refuerza la importancia de herramientas como el bañadero móvil para preservar este estatus.
Fuente: Masp lmneuquen