
La calidad del forraje es determinante en la producción
ganadera, ya que incide directamente en la salud y el rendimiento de los
animales. Durante el proceso de ensilado, que permite conservar el forraje para
su uso futuro, los inoculantes desempeñan un papel crucial al aportar bacterias
que intervienen en el proceso fermentativo, para hacerlo más eficiente y
preservar el valor nutricional del recurso forrajero.
Para lograr un silaje de alta calidad, es importante conocer cuáles son las
bacterias y las cepas que componen la formulación del inoculante. Existen cepas
específicas que permiten reducir rápidamente el contenido de oxígeno y
estabilizar la acidez del ambiente, y por lo tanto son las más eficaces para
evitar el crecimiento de hongos, mohos y levaduras no deseados, que comprometen
la conservación del material ensilado.
Por otra parte, es fundamental maximizar el aprovechamiento del recurso. La
posibilidad de abrir el silo tan solo diez días después de su elaboración es un
atributo destacado, ya que anticipa el acceso al forraje. Asimismo, minimizar
las pérdidas de materia seca durante la fermentación es vital para aumentar la
eficiencia en la transformación del forraje en carne o leche.
En este contexto, incorporar biosoluciones con cepas bacterianas adaptadas,
como Lactobacillus buchneri LB1819 y lactobacillus lactis O-224
permite mejorar la conservación, garantizar una mayor estabilidad y optimizar
el uso de recursos.
"La efectividad de estas soluciones es un cambio significativo para
quienes buscan resultados concretos en la calidad y rentabilidad del
forraje", afirma Fernando Clemente, experto en
conservación de forrajes de Novonesis. Y agrega: "Nuestro
inoculante, SiloSolve FC, permite adaptarse a diversos tipos de cultivos, como
maíz, pasto y sorgo, respondiendo a las necesidades de cada productor. Es la
formulación más probada y ensayada a nivel mundial, con amplio respaldo
científico".
El avance en tecnologías para el ensilado refuerza el compromiso con la
producción ganadera sostenible, asegurando un manejo eficiente del forraje y
una conservación que garantiza su calidad y estabilidad en el tiempo.