IF es una empresa nacional con más de 20 años de experiencia en la agricultura argentina. En este tiempo, reconocen que los agricultores argentinos están cada vez más comprometidos con la sustentabilidad, eligiendo prácticas innovadoras y respetuosas con el medio ambiente.

“Siempre fuimos acompañando ese espíritu, somos testigos de la búsqueda y adopción de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) que el productor implementa en la Argentina, y en esa línea queremos hacer historia, ofreciendo soluciones nutricionales integrales para la agricultura”, sintetizó Ana Julia Pérez Moreno, titular del área de desarrollo técnico y comercial de IF.

Fue en ese marco que desarrollaron una línea de fertilización, como SOLUM y FRONDA, que representan una evolución en nutrición. Estos productos marcan el comienzo de una nueva generación en soluciones nutricionales para la producción agrícola.

“Estas herramientas permiten una implementación masiva de biotecnologías en los productores, que ayuden a optimizar y a reducir la dependencia de los nutrientes químicos tradicionales, beneficiando tanto a los cultivos como al medio ambiente y al agroecosistema”, sostiene la entrevistada.

Esta línea de fertilización, disminuye la necesidad de los nutrientes químicos y promueve la biodiversidad con la finalidad de ser más respetuosos con el ambiente, y al mismo tiempo promoviendo rendimiento, optimizando los resultados económicos y ambientales.

COMBINAR ES GANAR

Al combinar productos químicos con biológicos, IF está marcando un hito en la agricultura argentina. La aplicación foliar de algunos de sus productos aumenta la eficiencia en la absorción de nutrientes por parte de las plantas, reduciendo así, la cantidad de nutrientes químicos necesarios y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

“Ingresar con FRONDA de manera foliar nos permite una absorción inmediata con una altísima eficiencia para el cultivo, reduciendo la cantidad de nutrientes químicos y las emisiones de GEI”, recordó.

Además, indicó que IF está llevando a cabo ensayos a largo plazo, para medir el impacto positivo de sus productos en las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, como la porosidad, la capacidad de retención de agua, el COP y el microbioma. “Esto contribuye a la salud y sustentabilidad del suelo”, planteó la entrevistada.

Además de esto, están evaluando la capacidad de sus productos para degradar contaminantes en el suelo y contribuir a la biorremediación de los mismos.

En resumen, la fusión de IF en la nutrición química y la bioestimulación, traza el camino hacia el futuro de la agricultura. No solo impulsa la productividad de los cultivos, sino que también abraza la sustentabilidad y preserva nuestro preciado suelo. Con IF, cultivamos un futuro próspero y verde para las generaciones venideras.