Pareciera que el único fin que los moviliza es el de recaudar más y no de mejorar los servicios que brindan y por los cuales se pagan importantes sumas. En el mismo sentido, reitera que es insostenible la fuerte presión impositiva y tributaria que el sector soporta desde hace décadas.

Es la política la que debe ajustar. La capacidad de pago del productor está agotada por la voracidad fiscal de los gobiernos, sobre todo en un contexto complejo de clima, precios e inflación, donde todo parece que los números de la cosecha en diferentes regiones de nuestro territorio tampoco serían lo estimado.

No estamos en condiciones de recibir ni aumentos desmedidos como se quieren aplicar, y menos aún, nuevas tasas que claramente tienen fines meramente recaudatorios. Y que en muchos casos no son constitucionales y van en contra de las leyes vigentes y de las competencias de los municipios.

Decimos basta de nuevos impuestos a los más de cien gravámenes de distinta naturaleza, y desde las entidades del campo, apostamos al diálogo y a la construcción de políticas agropecuarias que faciliten las inversiones, podemos producir más y generar empleo genuino.

Fuente: FAA