Culminada la ventana de faena de animales para cuota, la presión de la industria vuelve a centrarse en ganados pesados que se encuentran en las diferentes pasturas del país.

Lo que no modificó de forma sustancial, es la postura de muchos productores de agregar kilos a los ganados, esperando precios más favorables para cerrar ventas.

“Culminando la faena de corral se nota más demanda en novillos pesados y vacas pesadas”, dijo Arturo Aramburu, integrante de Escritorio Aramburu y Cía. A su vez, el interés por vaquillonas y novillos de abasto también creció de forma importante, notándose el incremento frente a las semanas anteriores, cuando el foco de la industria estaba en el corral.

Uno de los cuellos de botella que se presenta en estas semanas, es que la presión de la industria no es correspondida por la oferta de ganado gordo, sobre todo porque los productores no convalidan los valores y deciden esperar

“Hay mucha especulación y consulta de precios, los productores siguen metiendo kilos y no se apuran en vender”, expresó Aramburu, agregando que “todavía estamos lejos del invierno, hay pasto en el campo y la reposición está cara”.

En este sentido, el consignatario dijo que el productor “sigue esperando y tratando de obtener un valor superior”, añadiendo que en la zona de influencia del escritorio y en muchos otros puntos del país llovió, hay comida, la reposición sigue alta y por esta razón deciden mantener los ganados en el campo.

“Hoy tenemos un novillo de entre US$ 3,50 y US$ 3,60 y una vaca pesada entre US$ 3,20 y US$ 3,30”, dijo Aramburu.

Sobre las entradas, Aramburu dijo que depende de la industria, “algunas que están compradas toman quince días y hay otras que están procesando en menos de siete”.