La campaña argentina orientada a generar reservas forrajeras está en marcha y muestra un abanico de exigencias para las máquinas involucradas en las tareas.

Están apareciendo en toda su dimensión los efectos de la sequía que padeció el agro nacional y a los que se agrega ahora la incidencia de la ola de calor de comienzos de 2024.

“La escasez de lluvias en la campaña anterior ha generado una situación compleja en los establecimientos ganaderos”, definió Juan Lus, consultor privado, al hablar en el espacio Agenda AAPRESID.

“La producción forrajera ha sufrido una situación dramática, sobre todo durante el transcurso del verano de 2023”, indicó.

«Se han perdido muchos recursos forrajeros y no se han podido sembrar pasturas y verdeos de manera normal durante el inicio del 2023”, señaló Lus.

Disparidades

Esta situación fue más grave en algunas áreas que en otras.

En las regiones de Entre Ríos y sudeste de Buenos Aires, se logró un grado de implantación de pasturas exitoso, gracias a la recomposición temprana de las lluvias a fines de febrero y principios de marzo.

No ocurrió lo mismo en el el resto de la región pampeana.

Además, otro factor trabó la tarea de las sembradoras encargadas de implantar las pasturas.

Consistió en la baja disponibilidad de semillas forrajeras.

La baja producción nacional y las limitaciones en las importaciones han contribuido a la escasez de semillas, sobre todo de especies anuales, lo que llevó a un aumento significativo en los precios.

Consecuencias

“El impacto en el manejo ganadero ha sido notable. En primer lugar, el productor hizo uso de alguna escasa reserva que pudo acumular en el verano, como silajes”, puntualizó Lus.

“Otro camino fue comprar reservas, de calidad muy variable y precios altísimos. En última instancia, y debido en muchos casos a la imposibilidad de sembrar verdeos, muchos optaron por disminuir la carga de animales”, comentó.

“El panorama de producción de semillas forrajeras se avizora con disponibilidades un poco mejores que la campaña anterior, dependiendo de las especies”, apuntó el especialista.

“Sin embargo, todavía no vamos a llegar a situaciones de abastecimiento normal y se esperan que los precios continúen firmes”, advirtió.

Alfalfas

En el caso de las alfalfas, la cosecha en Cuyo y la zona de Bahía Blanca no fue tan dramática como se avizora en las leguminosas anuales o bianuales, como tréboles y lotus.

“Las semillas de gramíneas perennes como festuca, pasto ovillo y agropiro también están complicadas”, dijo Lus.

“Éstas se cosechan en lotes de segundo año, o sea, solamente los que sobrevivieron al verano pasado, a lo que se suma una importación restringida”, añadió.

Como contrapartida “los verdeos de invierno como el raigrás, están en buen estado y se espera una producción de semillas normal”, aseguró el consultor.

Fuente: MaquiNAC