Como si los efectos del cambio climático y el hostil contexto internacional fueran poco, la economía del país tuvo que enfrentar este año las pugnas políticas que terminaron poniendo en riesgo la estabilidad y la gobernabilidad del país.

Varios de los indicadores considerados importantes, terminarán el año con cifras negativas.

Por ejemplo, el crecimiento, que estaba calculado para un 3,7%, terminará el año en 2,7% en el mejor de los casos, aunque otras cifras dicen que apenas pasará del 2%.

Las exportaciones, que en el 2022 batieron un récord con más de 13.600 millones de dólares, con suerte llegarán a 11.000 millones de dólares. Esto al margen de los problemas que hay con la caída de las reservas internacionales, la falta de dólares y los frecuentes desajustes en la venta de carburantes.

Al contrario, destacan la estabilidad de la economía, la estabilidad de precios y la baja inflación, entre otros. Lo que hace que el país mantenga un nivel de crecimiento y resalte entre otras economías que prácticamente están en recesión en el mundo en general.

Pugnas políticas

¿Se pudo tener un mejor año? La respuesta desde el sector privado es sí. Y hay una plena coincidencia entre los grandes empresarios, exportadores, y micro y pequeños empresarios en que las pugnas políticas, especialmente las que hay al interior del partido de gobierno (MAS) torpedearon la economía.

“La política se comió la gestión”, dice en un mensaje el presidente de la Cainco, Jean Pierre Antelo, y lamentó que le Gobierno no haya coordinado un mejor trabajo con el sector privado este año.

“De no ser por las peleas políticas del gobierno estaríamos mucho mejor”, dice también Pablo Camacho, presidente de la Cámara Nacional de Industria, quien asegura que el sector privado esta siempre listo para ponerle el hombro al país en trabajo conjunto con el gobierno.

En un comunicado, la Fedemype de La Paz lamenta también que este 2023 se haya priorizado las peleas políticas antes que el desarrollo económico.

Ya desde septiembre de 2022, y mucho más durante este 2023 que se va, el expresidente y líder del MAS, Evo Morales, lanzó su campaña política como candidato para el 2025 y aplicó como estrategia ataques y desprestigios para el actual gobierno de Luis Arce.

Las respuestas no se dejaron esperar y fueron tan duras como los ataques y todo esto derivó en divisiones al interior del partido de gobierno, en la Asamblea Legislativa y hasta en las organizaciones sociales. Muchas leyes y proyectos de desarrollo quedaron paralizados por estas pugnas y, lo que es más grave, la incertidumbre se apoderó de la economía nacional.
Industrialización

“No solo de industrialización vive el hombre” se podría afirmar en este momento en que el Gobierno parece jugarse todo por su proyecto de industrialización con sustitución de importaciones, descuidando tal vez las otras actividades económicas también importantes.
Sin dejar de valorar la industrialización como futuro para el país, los empresarios critican la falta de acercamiento y de políticas para trabajar con el sector privado. Se acordaron mesas con los agroindustriales, con empresarios, con los micro y pequeños empresarios, “pero en la realidad no hay avances y menos resultados”. “Nos llaman solo para la foto”, se quejan los empresarios.

El sector privado espera que para el 2024 el trabajo entre el sector público y el privado sea más efectivo. “Tiene que ser un año de trabajo conjunto”, dice Pablo Camacho, líder de los industriales.

“No podemos dejar pasar más el tiempo”, señala Jean Pierre Antelo. Es cabeza de la Cainco y deja todo en manos del Gobierno para que el 2024 sea un año para la economía y se dejen de lado las peleas políticas.