Las consecuencias de la sequía llegaron con algo de retraso al sector arrocero. Durante el verano 2023, mientras los cultivos de secano sufrían los coletazos de un verano casi con ausencia total de precipitaciones, el arroz, con agua en las represas, disfrutó de las altas temperaturas y la buena luminosidad que favorecen el ciclo productivo.

Para esta zafra, a la hora de estimar la superficie a sembrar, las represas extremadamente bajas fueron una limitante.

El sector arrocero nacional obtuvo rendimientos récord en kilos por hectárea la zafra pasada, y el precio provisorio fijado mejoró frente al definitivo de la campaña anterior, pero además promete otra mejoría en el ajuste de cara al precio definitivo. El panorama era bueno.

Estas condicionantes, sumada a un descenso en los costos de producción, leve, pero descenso al fin, podían estimular al sector arrocero nacional a crecer en área. Precisamente, como mencionábamos antes, el faltante de agua sobre todo en alguna represa del norte o en las de India Muerta y Corrales en Rocha, transformó una intención de suba en un descenso, ya que de las 160.000 hectáreas que se estimaban se pudieron sembrar alrededor de 150.000 há.

Además de esto, hay que considerar que un 80% aproximadamente de la siembra se pudo agrupar en el mes de octubre, lo cual es fecha óptima, pero a fines de ese mes comenzó a llover cada pocos días y estiró la siembra hasta mediados de diciembre. El 20% del arroz que faltaba sembrar se agrupó de fines de octubre hasta mediados de diciembre, fecha que es bastante compleja para un buen desarrollo del cultivo.

A su vez, los pronósticos de verano con lluvias quitarían la posibilidad de tener muchas horas de luz por día, por lo que, si bien todo es sobre supuestos, habría que tener más atención en esta campaña con el tema climático.

PRECIO

La buena noticia pasa por el precio. El precio provisorio de la zafra 2022-23 fue de US$ 13,50 como mencionaba, pero se espera que esta cifra ajuste al alza en el precio definitivo que se fijará en febrero o marzo. De hecho, se han concretado un 100% de ventas sobre la producción de dicha campaña.

El mercado internacional continúa tonificado para el cereal, sobre todo teniendo en cuenta que han habido inundaciones que mermarán las producciones de Paraguay y Brasil, y la India continúa con algunas restricciones a la exportación. Como tradicionalmente sucede, frente a una demanda que supera la oferta, el precio se incrementa. Si bien es prematuro porque faltan meses, que contienen dentro todo el desarrollo productivo del cultivo, hay expectativas de que el mercado se mantenga firme y se pueda comenzar a comercializar la zafra que se cosechará en la entrada de otoño de 2024 con muy buenos precios.

El sector arrocero nacional, después de muchos años complejos, cierra un gran 2023, con buenos precios y una campaña récord en producción. Por allí las luces, sumadas a la expectativa de que sigan los buenos precios. Las sombras tienen que ver con el clima, en un año que aparece como desafiante.