El año termina con un clima muy convulsionado, no solo debido a la cantidad de veces que tuvimos que ir al cuarto oscuro, sino también por el estrés que eso conlleva sumado a todas las marchas y contramarchas que sufrió la actividad.

Entre ellas podemos mencionar los controles y acuerdos de precios, prohibiciones para exportar determinados cortes, versiones de baja y subas de los derechos de exportación.
Ahora bien, analizando el cierre de año podemos decir que: hasta aquí se han faenado poco mas de 13.423.475 cabezas, correspondiendo a 1.234.134 para noviembre 2023, donde las hembras alcanzaron el 48% de participación.

El kilaje medio por res faenada es de 226, bastante por debajo de lo que se venia observando meses atrás donde superaba los 230, este fenómeno también está relacionado con la gran sequia imperante que obligo a muchos productores adelantar la salida de los campos debido a las contingencias climáticas.

Los precios en góndola de los distintos cortes de carne vacuna han registrado un incremento del 11.6% en noviembre 2023 con respecto al mes anterior.

La variación interanual se ubica en un 189.2%. Por tanto, el consumo de carne vacuna tiende a caer. Los índices son los más bajos de las últimas décadas, a razón de 48 kilos promedio por persona por año y en baja, lo que preocupa mucho a la industria consumera.
La recomposición de los precios del kilo vivo no fue convalidada por los consumidores y se están observando en los mercados de referencias una considerable baja en las cotizaciones de la hacienda que seguramente impactará en góndola.

En relación a los mercados internacionales, a pesar de los controles y restricciones, todo parece indicar que el año cerraría con exportaciones en niveles más altos que el 2022 y que superará incluso al registro del 2019, resta esperar la difusión de los datos finales y oficiales.
Lo concreto es que si bien hay volúmenes récord (promedio de 50.000 toneladas pesos producto por mes salvo en mayo, junio y agosto que rondo las 65.000 toneladas) los valores bajaron significativamente a razón de un promedio de U$S4.500 por tonelada. Por lo tanto, mientras crece el volumen cae el ingreso de divisas.

Otro tema importante para mencionar son las reuniones que se están manteniendo con las nuevas autoridades, por estos días fuimos recibidos por el presidente y vice del SENASA (Ing. Pablo Cortese y Med Vet. Sergio Roberts), donde se intercambiaron ideas de como trabajara el organismo en el futuro, donde fueron muy receptivos sobre la visión de la industria. Como así también con funcionarios de la cartera de la Secretaria de Bioeconomia, nos referimos a Pedro Vigneau, jefe de Gabinete en la secretaría de Bioeconomía y Belisario Castillo quien tiene a su cargo el área ganadera.

Esperamos por estos días que los anuncios de la nueva gestión aclaren todo y nos de la tan ansiada previsibilidad que tanto necesitamos. Consideramos imperioso contar con un plan estratégico que analice y tenga en cuenta las necesidades y las realidades de los diferentes actores de la cadena para los temas antes señalados.

Por nuestra parte, desde FIFRA presentamos un importante proyecto de políticas públicas, donde dimos nuestra visión sobre cuáles son las medidas necesarias para los próximos años. Documento que fue presentado a todas las entidades y gobiernos provinciales y demás funcionarios, el cual debería ser tenido en cuenta para los próximos años.

Finalmente, desde Fifra levantamos la copa y les deseamos unas muy felices fiestas en compañía de sus seres queridos, esperando que el 2024 nos encuentre más unidos y trabajando por el bien de todos los argentinos y la cadena de la carne.

Por Dr. Sebastián Bendayán Breser, Presidente de Fifra