El gobierno acaba de lanzar una batería de medidas para lograr mejorar la oferta de dólares en el mercado. Extendió los beneficios a la exportación de soja y estudia dárselo al girasol, le dio beneficios a vaca muerta, le quitó retenciones a la lechería, y les permitiría a las empresas traer dólares del exterior y que se liquiden en el mercado de capitales (ergo es el principio de un desdoblamiento cambiario).

Todos los caminos apuntan a controlar el tipo de cambio, el dólar oficial está congelado a $ 350, mientras que los dólares alternativos quieren ir a precios mucho más altos.

El dólar futuro nos dice que el dólar a octubre se ubica en $ 386, esto implica que el mercado financiero no está viendo la posibilidad de una definición en primera vuelta de las elecciones presidenciales. Para noviembre y diciembre el dólar futuro se ubica en $ 504 y $ 664, esto implicaría que después de la segunda vuelta el 19 de noviembre, comienza el rock and roll.

Los dólares alternativos siguen picantes, la brecha entre el dólar mayorista y el dólar contado con liquidación es del 135%, si esta brecha se mantiene en diciembre deberíamos ver a los dólares alternativos en niveles superiores a los $ 1.300.

En el corto plazo, las fuerzas de las regulaciones y los incentivos a traer divisas para cancelar deudas comerciales podrían ponerles un techo transitorio a los dólares alternativos, pero este flujo no es sostenible en el tiempo.

Hay un escenario económico de contención de las variables, si esto resulta exitoso, el dólar estará contenido, pero solo será un placebo que servirá para pasar un corto período de tiempo, la economía necesita ajustarse.

El próximo presidente no tendrá más remedio que ajustar el presupuesto público, el único camino posible es eliminando los subsidios a la economía, esto dejará como saldo un brusco cambio en los precios relativos, que derivarán en un nuevo precio para el tipo de cambio y consecuentemente un salto inflacionario, precedido por un período de gran recesión económica.

El Banco Central esta interviniendo en la curva del dólar futuro, resulta muy extraño que la tasa implícita del dólar futuro de las posiciones de enero en adelante sean inferiores a la tasa implícita de la posición de diciembre, esto implica que probablemente las posiciones futuras en el año 2024 sean mucho más altas que las cotizaciones que vemos en el mercado.

Debernos resaltar que la posición dólar futuro agosto se ubica en $ 1.130 y su tasa implícita es del 241,4% anual, mientras que la posición dólar futuro diciembre cotiza en $ 664 y su tasa implícita se ubica en el 356% anual. Si la posición dólar futuro agosto tuviera una tasa similar a la que devenga la posición diciembre, su valor debería ser superior a $ 1.500.

Reservas en baja

Las reservas se ubican en U$S 26.920 millones, es imperioso que comiencen a subir. Los pasivos monetarios remunerados y no remunerados al 23 de setiembre pasado suman $ 28,6 billones de pesos, es impresionante como crecen estos pasivos que al momento de asumir Alberto Fernández en diciembre de 2019 sumaban $ 2,7 billones, aumentando 10,6 veces. Mientras que el tipo de cambio mayorista paso de $ 59,80 a $ 350 aumentando solo 5,8 veces. El dólar MEP en diciembre de 2019 valía $ 72,80 y hoy vale $ 701, aumentando 9,6 veces. Como se puede apreciar, todavía hay espacio para renovadas subas de los tipos de cambios en todas sus expresiones.

En cuanto a las reservas cuando asumió Alberto Fernández se ubicaban en U$S 44.200 millones, mientras que en la actualidad se ubican en U$S 26.920 millones una baja del 39% o U$S 17.820 millones.

Algo raro pasa

Las exportaciones argentinas según el Indec suman U$S 74.109 millones, mientras que los ingresos de exportaciones en el Banco Central suman U$S 76.382 millones, esto implica que los exportadores han adelantado U$S 2.273 millones.

En el caso de las importaciones, según el Indec suman U$S 75.589 millones, mientras que lo efectivamente pagado según el Banco Central suma U$S 60.693 millones, esto implica que se adeudan U$S 14.896 millones.

Entre ambos conceptos podemos decir que, si estuvieran alineadas las partidas, el Banco Central tendría que haber erogado algo así como U$S 17.160 millones, que descontados de un stock de reservas de U$S 26.920 millones, nos daría menos de U$S 10.000 millones de reservas brutas.

Conclusión

. – El dólar futuro nos esta indicando que el dólar mayorista podría subir en el año 2024 por encima del valor actual de los dólares futuros.

. – La suba de los pasivos monetarios y la baja de las reservas desde 2019 a la fecha, nos hace presumir que el valor de los dólares alternativos esta subvaluado.

. – Si no se hubieran postergado pagos de importaciones y no se pidieran adelantos de exportaciones, las reservas brutas serian inferiores a los U$S 10.000 millones.

. – Un combo de noticias muy negativas, que alientan a que los dólares alternativos, más allá de una coyuntura especial, a futuro tendrán un valor de cuatro dígitos para comenzar a conversar.

Por Salvador Di Stéfano
Fuente: Rosario Finanzas