¡Qué manera de empezar la semana!

Una impactante marea liberal ha cubierto todo el territorio nacional. O, prácticamente, todo.

El color de libertad Avanza arrasó en toda la Patagonia, ya además, se impuso en la región Centro y Cuyo (Córdoba, Santa Fe, Mendoza, San Luis y San Juan).

Y no sólo ahí, también, lo hizo en provincias donde el peronismo siempre reinó: Tucumán, La Rioja, Catamarca. Además, llegó triunfante a Salta.

Para el peronismo, de la mano del Kirchnerismo, ésta ha sido la peor elección de su historia, con un magro 27,30% aproximadamente.

En tanto, Juntos por el Cambio, salió duramente lastimado. Las peleas internas pegaron duro; su infantil comportamiento pasó factura.

En cuanto a la política económica, ahora comenzó a plasmarse la realidad más dura.
El gobierno parece que empezó a cumplir con el Fondo Monetario. En consecuencia, llegó la devaluación del peso, en el mercado oficial.

El tipo de cambio de referencia mayorista oficial se modificó cerca de un 22%. Ahora el dólar está en cerca de $350 por unidad.

Ahora, sin vueltas, se trata de una señora devaluación, que impactará en el bolsillo de la gente. Y todos los precios conectados con la exportación y la importación (los transables) van a elevarse.

En esta nueva etapa, el dólar agro está sepultado.

El tipo de cambio de $340 dirigido potenciar las ventas de maíz, girasol, sorgo y cebada, ya es historia antigua.

Con esta devaluación se intenta frenar la salida de divisas. Sin un programa integral y consistente y un ambiente político adecuado, esta finalidad parece muy difícil de lograr.

Se ha iniciado uno período, que va hasta la primera vuelta electoral. Y quedará signado por un problema central: la escasez de dólares en el Banco Central, para atender, simultáneamente, la demanda de importaciones imprescindibles para la actividad económica y la continuidad del cambio de portafolio frente al exceso de pesos.

Así el cuadro, los futuros de dólar del Matba Rofex ajustaron por la devaluación, de manera tal que el contrato Dólar Septiembre 2023 ha pasado a girar en torno a $ 390 y el correspondiente a Diciembre a $ 570.-

En este contexto de mayor incertidumbre, lógicamente, las ventas, contra lo deseado, tienden a comprimirse. ¿La razón? Hay ver cómo siguen las nubes que vienen desde el horizonte.

Además, sería bastante entendible que los operadores apuesten a nuevas devaluaciones. La historia demuestra que cuando empiezan no se detienen así nomás. Vale recordar la primer (pequeña) devaluación de Martínez de Hoz en febrero de 1981. Iba a ser por única vez. Y poco después le siguió una suerte de espiral de devaluaciones.

Esta es la razón de que el mercado local en el primer día de la semana haya estado prácticamente muerto.

Esperamos que la acción oficial sea con racionalidad para que nada de ello suceda. Y que la oposición se maneje con cordura.

La cuestión es que a partir de este lunes la cosas han cambiado.

Cada eslabón de la cadena agraria va a recibir un impacto diferente. Aquéllos con ingresos en moneda nacional y costos, en buena parte ligados al dólar, la van a pasar mal.

Y los ligados a la exportación verán un cuadro mejorado. Aunque, es cierto, sus costos ligados a la importación empeorarán su esquema económico.

Mientras la Argentina camina sobre un flan, el mercado global mostró este lunes mejoras. En el mercado de Chicago, para la soja, por ejemplo, Septiembre aumentó USD 5,78 y Noviembre, USD 6,80

Las alzas respondieron al ajuste de la cosecha hecho el viernes por el USDA de 117,03 a 114,45 millones de toneladas, frente a los 115,56 millones proyectados en promedio por los privados.

Un día complejo, el de este lunes. Un día para la reflexión.