Estacionalmente, el segundo semestre suele ser un período de mayor oferta ganadera. La faena bovina, si bien es muy estable a lo largo del año muestra una ligera estacionalidad, marcada principalmente por salida de la invernada recriada y engordada luego de la zafra.

Sin embargo, este año es muy probable que el comportamiento de la faena muestre cierta atipicidad. Tras un primer semestre de fuerte salida de hacienda producto de la seca y un llenado ciertamente anticipado de los corrales de engorde, los niveles de faena se han mantenido muy elevados. En los primeros meses por salida directa de hacienda con destino a faena -especialmente en el caso de las vacas- y, posteriormente, por la oferta de animales terminados que comenzaron a aportar los feedlots.

Los datos preliminares de faena que podemos observar a partir de los traslados de hacienda a frigorífico, muestran un mes de julio con 1.287.946 animales trasladados con destino faena. Ajustado por días hábiles, esto marca una faena diaria en torno a los 61.330 cabezas, un 6,3% menos que lo faenado en junio.

La incógnita precisamente se genera en torno a la faena de los próximos meses durante los cuales los feedlots deberían aportar su mayor volumen de hacienda, pero como venimos mencionando, este año toda su operatoria se ha estado adelantando.

De acuerdo a los datos informados por SENASA, el stock de animales reportados por los feedlots al 1ro de agosto fue de 1,918 millones de vacunos, unos 115 mil animales menos que los informados un mes atrás. Al mismo tiempo, luego de cinco meses con ingresos netos de animales, el índice de reposición resulta inferior a 1 (IRF 0.82), lo que señala un inicio del período de vaciamiento, también anticipado.

Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario