La localidad de Chiu Chiu, Región de Antofagasta, tradicionalmente reconocida por sus hortalizas, ha visto disminuida su producción a causa de los efectos del cambio climático y patógenos que afectan a las especias. Por este motivo, la Universidad Arturo Prat, con apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura, lideró la construcción de un invernadero con tecnología de punta que permite el cultivo de lechugas en una zona desértica. Además, ha sido fuente de inspiración para que agricultores se capaciten y adopten estas prácticas.
El proyecto ha logrado innovar en el uso de sistemas hidropónicos en agricultura para zona desértica, con dificultades de calidad de agua, alta radiación, viento y gran oscilación térmica. Para ello, la Universidad levantó un invernadero de 280 m2, con un sistema de raíz flotante modificada (RFM) para el cultivo de lechugas, el cual permite ahorrar agua hasta en un 80%.
En este sentido, el director del proyecto, José Delatorre, destacó que “la iniciativa llegó como anillo al dedo, especialmente el apoyo de FIA, porque ha demostrado que con el uso de tecnología se puede mantener la producción en una zona que la agricultura estaba destinada a desparecer, no porque los productores quisieran dejar el rubro, sino que simplemente se les acababan las alternativas por efecto de plagas y enfermedades de los cultivos. La lechuga es emblemática en el territorio, por lo que el desafío era producir con un sistema desconocido para los agricultores, quienes no adoptan nuevas prácticas hasta estar seguros de lo que va a ser, pero este proyecto les cambió la mirada”.
Por su parte, el Representante Regional de FIA en Antofagasta, Felipe Olivares, señaló que “este trabajo tuvo un gran impacto para los agricultores de Chiu-Chiu y de la Provincia del Loa, debido a que es el primer invernadero de este tipo en la localidad. Además, cuenta con un sistema que permite mantener los cultivos con un uso más eficiente del recurso hídrico y reduciendo los tiempos de producción, pasando de alrededor de 70 días a casi 30, lo que aumenta la cantidad de cosechas y su calidad”.
“El invernadero mide 280 metros cuadrados, fue construido por Hidroponías Chile en época de pandemia y resiste vientos de hasta 120 km por hora, soportando algunas tormentas. También, debo mencionar que es sustentable energéticamente ya que sus ventanas; sistemas de riego; redes flotantes, distribuidas en 24 camas de flotación y de crecimiento; funcionan con energía solar”, añadió Delatorre.
Transferencia de conocimiento
En el marco del proyecto, FIA encabezó el desarrollo de talleres y capacitaciones, mediante el Programa de Transferencia y Adopción de Innovaciones, tanto para los agricultores involucrados y el público general interesado en la iniciativa. De esta forma, se difundieron los resultados y avances en la materia, dando a conocer la hidroponía y su potencial en la producción de alimentos en la zona.
El director del proyecto, José Delatorre, enfatizó que “los agricultores tomaron para si esta tecnología, la acuñaron y quieren seguir haciendo hidroponía, algunos han comenzado a equipar sus invernaderos. Ahora cuentan con información para pasar de suelo a agua, manejar el pH, sales, nutrición y aprender a germinar semillas. La capacitación del Programa de Transferencia nos ayudó a llegar también a colegios y productores de Calama, logrando que implementen el sistema y comercialicen sus productos. En cuanto a los resultados, permitirán incentivar a miembros del sector que, incluso por medios propios, cambiarán la mirada a la agricultura en zonas desérticas”.
“La transferencia fue importante debido a que se capacitó con el uso de tecnología, sistema de osmosis inversa y control de temperatura que facilitan la labor del agricultor y tienen un potencial para atraer a los jóvenes y que desarrollen esta actividad en el territorio. Es importante demostrar a la juventud que, a través de estas tecnologías, se puede tener una agricultura económicamente rentable y ambientalmente sustentable”, cerró el Representante Regional de FIA, Felipe Olivares.
Fuente: Portal Fruticola