Según Trevor DeVries, profesor de la Universidad de Guelph, es posible mejorar la calidad de la leche en las instalaciones con robots.

Durante el seminario en línea de mayo de Hoard’s Dairyman, DeVries compartió datos que mostraban un aumento de casos de mastitis clínica y conteo de células somáticas tanto a nivel individual como en tanque, durante los primeros seis a 12 meses después de la transición a un sistema de ordeño con robots. Sin embargo, no se mantuvieron esas diferencias durante un periodo largo.

DeVries dijo que los cambios en la salud de la ubre observados al comenzar el ordeño con robots se deben más bien a modificaciones en el alojamiento y manejo como pueden ser: estrés, higiene, y factores ambientales relacionados con la salud de las vacas.

Por ejemplo, las vacas podrían estar más sucias si se quedan en los pasillos o si tienen que esperar mucho para ser ordeñadas. DeVries dijo que puede haber una tasa más alta de mastitis o conteo de células somáticas si los robots se colocan en instalaciones antiguas con echaderos pequeños, pasillos estrechos y otros factores que eleven la contaminación.

Cuando una vaca está sucia, puede causar problemas a la máquina. El robot no puede diferenciar una ubre sucia de una más limpia, como lo haría una persona.

Una forma en que los robots pueden ayudar a la calidad de la leche, es su funcionamiento a nivel de cuartos, reduciendo las probabilidades del sobre ordeño.

DeVries dijo que los establos también pueden utilizar características del robot para mejorar el secado. Desde la perspectiva de salud de la ubre y bienestar animal, disminuir la producción antes del secado es importante para minimizar el riesgo de problemas con la ubre al inicio del periodo seco. También ayuda a reducir el riesgo de casos de mastitis en esa misma etapa.

En los galpones convencionales, puede ser difícil hacer cambios en la frecuencia de alimentación y ordeño para ayudar a las vacas antes del secado. En un sistema con robots, el suministro del alimento mediante el robot puede reducirse, cambiando el deseo de la vaca de venir al robot tan frecuentemente. También el ordeño se puede ajustar para prevenir que las vacas al final de la lactancia se ordeñen con demasiada frecuencia.

Fuente: Todo Lecheria