Los autores sugieren que la polarización se centra en aquellos temas que adquieren saliencia pública durante un tiempo suficiente para consolidar posiciones de un bando y, casi en consecuencia, construir las del bando opuesto.

Encuentran que el voto (y la asociación a marcos de referencia provistos por cada coalición política) es el principal predictor de las opiniones, seguido por la edad, el nivel educativo y el tipo de empleo (sector público o privado). Y que, aun si el voto en 2019 es un buen predictor, más lo es la adhesión a las figuras clave de las elecciones 2023.

¿Qué opinan los votantes del Frente de Todos y Juntos para el Cambio sobre los temas más divisivos? ¿Qué diferencias de opinión subyacen dentro de los adherentes a cada coalición?

¿Podemos seguir hablando de progresistas y conservadores?

Fuente: Fundar