En ese sentido, Venezuela recibe maíz blanco y amarillo de otros países, pero específicamente en los últimos tres años, entre los meses de mayo y agosto, importa un estimado de 25.000 toneladas provenientes de Estados Unidos, lo que no es recomendable para avanzar con la producción nacional.

A juicio de Bolotin, no debe existir importaciones previo y durante la cosecha nacional y mientras se garantice la venta del maíz de los agricultores a la industria. «Venezuela es deficitaria de maíz en un 50% y es normal que todos los meses se importe materia prima, principalmente fuera de época de cosecha», dijo.

Ante esto, el directivo considera que el Estado debe impulsar una política gubernamental que privilegie la comercialización del maíz nacional frente al importado.
«Hay cosecha nacional que todavía no se ha terminado de vender y, paralelamente, están viniendo buques importados y eso no es sano para el campo venezolano. No debería otorgarse licencia de importación hasta que no se venda el último grano de cosecha nacional», resaltó.

Igualmente, cuestionó la importación de maíz cuando hay producto nacional almacenado. «Estamos activando la economía en otras regiones, en vez de activarla en nuestro país».
La siembra de maíz ya inició en algunas zonas, donde los suelos acumulan más de 90 milímetros de precipitaciones, «pero el panorama es poco alentador para el ciclo que viene.

La cotización del maíz ha estado cayendo a nivel mundial y creemos que no habrá buenos precios para la cosecha que viene», destacó.