El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ofrece recomendaciones para tener en cuenta al momento de la vacunación contra la fiebre aftosa y la brucelosis. En Argentina, las campañas de vacunación antibrucélica y antiaftosa en bovinos son un pilar fundamental para la prevención de enfermedades y mantención del status sanitario.

Sin embargo, la vacunación representa un momento crítico para el bienestar animal ya que, sin el manejo adecuado, puede generar en el rodeo un estrés severo con consecuencias para la salud física (baja de las defensas, lesiones y enfermedades) y mental (traumas que generen miedo hacia el humano, dificultando mucho su posterior manejo).

A continuación, se ofrecen algunas recomendaciones para minimizar los riesgos asociados a las campañas de vacunación:

Planificación

-La fecha de vacunación debe considerar el programa oficial de vacunación y la conveniencia desde el punto de vista inmunológico y climático (evitar días de lluvias o calor intenso).

-El productor debe contar con instalaciones correctas y bien mantenidas.

-El responsable de la planificación debe suministrar los equipos e insumos en condiciones y el entrenamiento de los vacunadores.

-Evite la acumulación de actividades adicionales. Calcular cuántos animales serán vacunados por periodo de trabajo.

Arreo

-Conduzca al ganado con calma, al paso, sin gritos ni golpes, utilizando banderas para inducir el movimiento.

-En el caso de utilizar caballos los mismos deben ser mansos y habituados al trabajo con bovinos.

-Evite la presencia de perros, salvo que estén bien adiestrados para no atacar al ganado ni generarle estrés severo.

Antes de la vacunación

-Encierre a los animales la tarde del día anterior a la vacunación, para que puedan descansar después del arreo.

-Asegúrese que los potreros de encierre tengan agua, sombra y comederos.

-Coloque una pequeña cantidad de concentrado en los comederos para condicionar a los animales a ir al potrero, lo que facilitará el manejo en el futuro.

-Procure no ocupar los corrales a más de la mitad del espacio disponible.

Durante la vacunación

-Trabaje con lotes pequeños.

-Evite mantener los animales por mucho tiempo en las mangas del corral.

-En lo posible, trabaje en un cepo de contención con características que permitan el acceso al cuello de los animales y que sea seguro para los animales y trabajadores. Cuando no se utilice un cepo, procure separar las categorías para evitar que los animales de menor porte sean aplastados.

-Mueva a los animales sin correr, sin gritos ni golpes, utilizando banderas para orientar el movimiento.

-En el caso de colocar más de un tipo de vacuna o de aplicación simultanea de antiparasitarios, es conveniente aplicar los productos en lados opuestos del cuello del animal.

-Evite vacunar en días lluviosos o barrosos para prevenir resbalones y accidentes, así como contaminaciones en el lugar de inoculación.

-No utilice la jeringa/aguja como picana.

-Cambie periódicamente la aguja, como guía cada 50 animales. Las agujas desafiladas desgarran los tejidos produciendo lesiones que pueden derivar en un absceso, por lo que las mismas no deben ser utilizadas.

Después de la vacunación

-Procure que el animal salga directo a una manga o potrero que tenga agua y sombra y, si es posible, que el animal encuentre una recompensa en forma de alimento.

-Una vez completada la vacunación, deje en observación los animales por el término de 1 hora para detectar posibles reacciones adversas como anafilaxias.

-En caso de presentarse alguna complicación, realice el tratamiento según indicación veterinaria.

-Al final del trabajo, se recomienda pasar los animales otra vez por el embudo, brete y cepo, con todas las puertas abiertas, conduciéndolos inmediatamente de vuelta al potrero para que el animal no asocie la manga únicamente con estímulos estresantes o dolorosos.

-Si no se presenta ninguna anormalidad, proceda a arrear la tropa a sus respectivos lotes o potreros sin exigirlas, a fin de continuar minimizando el estrés y contribuyendo a una correcta inmunidad.

Recuerde que la vacunación conduce a la mejora del bienestar animal a través de la prevención de enfermedades. A su vez, el cuidado del bienestar animal favorece la respuesta inmunitaria a la vacunación y proporciona beneficios económicos, por la disminución de pérdidas de vacuna, de complicaciones como los abscesos, de daños a los equipos (jeringas dañadas y agujas torcidas) y de riesgos de accidentes de trabajo.