La colocación de carne ovina está mostrando fluidez, hay buena demanda y el mercado se afirma en el exterior, confirmó el director de Frigorífico Bamidal S.A., Gustavo Basso a Rurales El País.

China que es el principal demandante del producto y hoy muestra señales más alentadoras de las que había a finales del 2022, no está comprando grandes volúmenes pero se reactiva. A su vez, Brasil -el segundo mercado en importancia para Uruguay- “no cubrió las expectativas en cuanto a participación, pero de cualquier forma es el segundo importador que tiene Uruguay. Tiene fluidez en la colocación y eso permitió que tenga un muy buen nivel de actividad, que está por encima del registrado el año anterior en el acumulado”, explicó Basso.

El industrial consideró que en la medida que avance el año, “es muy probable que sigamos teniendo correcciones positivas en los precios”, pero aclaró: “no creo que se registren valores de locura”. Se jugó a que “se siga manteniendo la firmeza del mercado y la tendencia que ha caracterizado lo que han sido los últimos meses, en los cuales todo el 2023 venimos con correcciones positivas en los valores, semana tras semana”. Eso cambia el ánimo del productor.

Respecto a la oferta de ovinos, Basso dijo que “está bastante fluida”, porque fundamentalmente en el norte, donde está la mayor cantidad de ovinos, “con la sequía los productores tuvieron que ajustar las cargas de los campos y además de bovinos, debieron sacar ovinos. Ese ajuste de carga provocaron que la oferta sea fluida”. Por el momento, al menos en Bamidal S.A. “las majadas que se están faenando tienen muy buenos pesos y terminaciones”, agregó Basso.

Compartimentos

La sequía también afectó el engorde de corderos en los compartimentos ovinos de alta bioseguridad, cuya carne con hueso se destina al mercado de Estados Unidos. Este problema se reflejará en el volumen de carne exportada a este mercado de alto valor, porque en el ovino el partido se juega con hueso.

“Por lo menos en el sur, hay dos compartimentos y con la posibilidad de que sean tres, que suspendieron momentáneamente su trabajo. Tenían un número importante de corderos comprados pero con la sequía era imposible entrarlos al sistema”, afirmó el Dr. Jorge Bonino, asesor privado y fuerte impulsor del compartimento ovino de alta bioseguridad, con la experiencia de ser delegado de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (Omsa).

Esos compartimentos no tenían posibilidades de contar con la comida suficiente para alimentar los corderos que pretendían terminar y los animales fueron vendidos para otros negocios. “Oferta de corderos habrá y cuando mejoren las condiciones retomarán la actividad”, aclaró Bonino.

“El compartimento de alta bioseguridad es una opción muy buena para la especie ovina y los productores dedicados al rubro ovino. Además, es una figura sanitaria que le da un prestigio al Uruguay y ayudó a fortalecer la confianza en el mercado con el ingreso de cortes con hueso a Estados Unidos”, ratificó Bonino. Este mercado abrió sus puertas a la carne ovina con hueso procedente de los compartimentos el 12 de octubre de 2017 y hasta el momento los embarques han sido continuos.

A eso se suma que es un ejemplo del trabajo del sector público con el privado que muchos países envidian y pretenden copiar. Cada vez hay más interés en desarrollar esta herramienta sanitaria, avalada por la Omsa en su código zoosanitario.

“En Artigas tenemos un compartimento muy grande que está muy adelantado, pero aún no fue habilitado por el MGAP”, contó el asesor privado. Será muy diferente porque hará foco en la terminación de los animales a raciones y concentrados, procesará su ración y tendrá otras particularidades.

“Ya fueron presentadas las solicitudes ante el MGAP y se está evaluando la posibilidad de pasar a infraestructura”, explicó Bonino.

El MGAP lo evaluó y está analizando los detalles. “Falta hacer toda la infraestructura que está definida y acordada con el MGAP. Ahí se engordará un número importante de corderos porque ya tiene experiencia”, adelantó el entrevistado a El País.

Preocupación

Los productores están preocupados por el mercado y por las señales que tuvieron el año pasado que no estimularon el negocio.

La sequía complicó las cosas, aunque el ovino la sienta menos que el bovino. China bajó su demanda en 2022 y los problemas que tuvo el mercado con la carne bovina salpicaron a la ovina.

Sobre finales del 2022 hubo bajas en los precios que fueron inesperadas por los productores y más a nivel de los que apuestan al compartimento ovino de alta bioseguridad, que acuerdan el precio del cordero con las dos industrias que exportan carne con hueso a Estados Unidos: Las Piedras y San Jacinto.

Hoy, Frigorífico Las Piedras “sigue teniendo su canal de comercialización, manteniendo el precio del cordero pesado más un porcentaje en carcasas de 14 a 18 kilos. En caso de San Jacinto está a la espera. Según dicen está difícil conseguir precios adecuados. En este caso exporta carcasas de hasta 22 kilos y están trabajando el mercado”, informó Bonino. Los vaivenes del valor del dólar y algunos problemas inflacionarios se están haciendo sentir y complican los negocios.

Esta semana, según Faxcarne, el negocio de exportación de carne ovina volvió a mostrar una tónica bajista. Las semana pasada se llegó a un piso de US$ 4.500 para la carcasa de cordero. La industria está reticente a convalidar los precios que ofrecen del exterior.