Sin embargo, como siempre, no vamos a centrarnos en el recuento de daños, sino en capitalizar la experiencia. Ya desde antes de que el clima se ensañara, en esta edición del Congreso MAIZAR queríamos hacer hincapié en el concepto de bioeconomía, mostrar ese complejo entramado que genera bienes y servicios diversos, con epicentro en los cultivos de maíz y sorgo en este caso. Y enfatizar que la bioeconomía nunca es algo dado: es biomasa más conocimiento, un conocimiento cada vez más sofisticado, que requiere de múltiples actores y una construcción interactiva entre individuos, instituciones (empresarias, legales, académicas, financieras, diplomáticas), infraestructura (energía, transporte, logística, riego, seguros). El impacto económico que tendrá la sequía para el país pone todavía más en evidencia esta interdependencia: lo que cada eslabón tiene para mejorar y la necesidad de articularlo en un plan consensuado.

Es por eso que el lema de nuestro 17° encuentro anual será "Cocreando la Bioeconomía". Hemos convocado a especialistas de excelencia del país y del exterior para pensar juntos el valor potencial de la cadena del maíz y el sorgo desde la geopolítica, el acceso a mercados, la logística, la nutrición de cultivos, la genética, la huella ambiental, el financiamiento, el riego, los seguros, las tecnologías, los productos biológicos, la agricultura digital, los casos de éxito, y sumando la visión de los jóvenes acerca de estos temas. Por supuesto, hemos invitado a políticos relevantes, porque más allá de las personas queremos conocer e incidir en los planes.

Los esperamos para que se sumen a esta creación conjunta de una economía rica e inclusiva en torno del maíz y el sorgo, el próximo 31 de mayo en el Goldencenter de la Ciudad de Buenos Aires.