La colza es la segunda oleaginosa cosechada a nivel mundial, detrás de la soja. De ciclo inverno-primaveral, con diversos usos y elevado potencial en nuestro país, a nivel internacional es mayoritariamente procesada para consumo humano de aceites y uso en biodiesel, además del uso de sus harinas y pellets para alimentación animal. Si bien hay registros de producción de colza en nuestro país desde los años 30, según el INTA, no fue hasta 1997 que este cultivo fue ininterrumpidamente cosechado en nuestro país. Hace un siglo, lo que hoy llamamos colza era comúnmente llamado nabo.

Hacia la actualidad, la campaña 2021/22 de colza en Argentina se acerca a las 53.000 toneladas de producción, casi el triple de la campaña pasada. Más superficie y más rinde vuelven a darle ímpetu a la producción nacional de colza, aunque los números aún siguen por debajo de los máximos históricos de producción del año 2012/13.

En nuestro país, la producción de colza se concentra con fuerte peso sobre tierras bonaerenses, destacándose los departamentos de San Antonio de Areco, Baradero, 25 de Mayo y Pergamino. Asimismo, la segunda provincia en producción de colza es Entre Ríos, con su producción enfocada en los departamentos de Victoria, Gualeguay y Tala. Entre ambas provincias se explica el 94% de la producción de colza argentina 2021/22. Sin embargo, merece la pena destacar que en los picos productivos de la colza argentina (2012-2016), además del incremento productivo de estas dos provincias, se registraban crecientes niveles de producción de colza en Santa Fe y Córdoba.

Si bien hoy nos encontramos con elevados niveles de secreto estadístico en la exportación de colza, aún así podemos deducir que la porción más importante de la producción tiene por destino final la exportación como semilla. Estados Unidos es el principal destino de nuestras exportaciones de colza, con una participación cercana al 90%. Si bien existe procesamiento industrial de la colza y muchas potencialidades para explotarlo, el mismo es escaso en relación con el elevado volumen comercializado al exterior en forma de semilla. Como dato de interés, a partir de 2023 dejó de ser obligatoria la Declaración Jurada de Venta de Exportación (DJVE) de colza.

Mucho se habla sobre la confusión en la denominación de la Colza con la Canola. Amerita destacar que Canola es en realidad un acrónimo de Canada Oil Low Acid, un nombre creado por la industria canadiense de la colza para hacer alusión a la variedad de la colza con mejor gusto y más apto para el consumo humano, ya que tiene un contenido mucho menor de ácido erúcico respecto de las variedades tradicionales de colza. De esta manera, las estadísticas de la canola representan una fracción de la producción total de colza, que también tiene usos industriales, principalmente en la producción de biodiesel y lubricantes. Más allá de esta diferenciación, no es inusual encontrarlos cómo sinónimos en muchas fuentes de información.

La colza, segunda oleaginosa del mundo

En el panorama global de la colza, la Unión Europea, China e India se destacan como los principales consumidores del mundo, además de principales productores junto con Canadá. Este último país, junto con Australia y Ucrania, emergen como los principales exportadores de la oleaginosa. Sólo en 2022 la Unión Europea produjo más de 6 millones de toneladas de biodiesel en base a colza; es decir, el 83% de la producción mundial de biodiesel en base a colza. En este sentido, el 20% del biodiesel del mundo tiene como insumo a la colza para su producción, de acuerdo con la OCDE.

Sudamérica supera las 300.000 hectáreas sembradas con colza en la campaña comercial 2021/22, apenas el 0,7% de las más de 38 M ha cosechadas a nivel mundial. La producción aquí tiene al Uruguay como protagonista, responsable de más de 230.000 ha de colza, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura uruguayo.

El inicio del fuerte desarrollo de la colza en Uruguay se explica en su promoción para producción de biodiesel por parte de Alur (Alcoholes del Uruguay), una subsidiaria de la petrolera estatal uruguaya, ANCAP. Con la contratación previa de cultivos para la producción del biodiesel por parte de Alur, Uruguay pasó de 4.000 ha de colza en 2010 a 26.000 ha en 2016, para saltar a 47.000 en 2017 y llegar a nuestros días a las 230.000 ha. Esta compañía cada año da previsibilidad al determinar compromisos de adquisición de la producción de colza en condiciones de precio y calidad preestablecidos (Rava y Souto, 2017). Actualmente, tomando el Mercado a Término Internacional de Francia y siguiendo estrictos estándares de calidad, Uruguay impulsa su producción y procesamiento de colza con orientación exportadora a Europa, principalmente al Reino Unido.

Paraguay sigue ubicado en el segundo lugar de la colza de Sudamérica, con más de 78.000 hectáreas sembradas en 2022, de acuerdo con INBIO. El podio lo cierra Chile, que se acerca a las 35.000 ha. Si bien no dispone de una producción como la de Paraguay y Uruguay, Chile realiza además importaciones de colza para procesarla y exportarla como aceite, con embarques por casi 2.000 toneladas de aceite de colza en 2022 valuados en más de US$ 5 millones.

Ubicados en el cuarto lugar, la siembra de colza en argentina totalizó 25.835 ha en la campaña 2021/22, lejos de su récord histórico de más de 87.000 ha en el año 2012/13. Entre los principales desafíos hacia adelante se destaca la falta de profundización en desarrollos de tecnología, necesidades de rotación, oscilaciones climáticas y una compleja inserción en el mercado interno para la colza, de acuerdo con informes técnicos del INTA. Sin embargo, con las capacidades instaladas vigentes de la competitiva industria aceitera argentina, y sin competir en superficie con la cosecha gruesa argentina, la cadena de la colza muestra enormes potencialidades para crecer en Argentina.

Bibliografía

* García, B., Guadalupe, Bauer Brit, L., & Bica Der-Gazarián, M. E. (2018). Colza: Variables agronómicas que determinan el margen bruto y el riesgo asociado. Tesis de Grado - Universidad de la República.
* Iriarte, L. (2016). Cultivo de Colza. A Todo Trigo y cultivos de invierno. Mar Del Plata: Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales.
* Iriarte, L., & Valetti, O. (2002). El cultivo de la colza en Argentina. Tres Arroyos: INTA.
* Rava, C., & Souto, G. (2017). Colza, ¿una nueva opción de exportación? Montevideo: Estudios de Economía Agraria y Ambiental.

Por Guido D’Angelo – Emilce Terré – Julio Calzada
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario