La cosecha de arroz del 2023 comenzó en muchos rincones del país. Como normalmente sucede, a inicios de febrero entraron las cosechadoras en el norte del territorio, este año en las chacras de Karol Pinczak y los sucesores de Julio Pinczak, allá por el 4 y 5 de febrero. Por cuestiones de ambiente y condiciones para el cultivo, principalmente de temperatura, es normal que la trilla comience siempre en esa zona de Uruguay antes que en el centro y el este. El año pasado por ejemplo, empezó sorprendentemente temprano en dicha región: las máquinas entraron a trillar un 2 de febrero.

Para esta campaña 2022-23 se sembraron 159.700 hectáreas a nivel país, distribuidas en los departamentos de Artigas, Salto, Tacuarembó, Rivera, Cerro Largo, Treinta y Tres, Lavalleja y Rocha. De este modo, en función de un deterioro en las condiciones del negocio y represas que no estaban con toda su disponibilidad de agua, se constató una pérdida de unas 4.000 hectáreas frente a la campaña anterior.

A su vez, el aspecto de costos ha incidido de forma importante en el sector arrocero. Se estima que la última siembra de arroz tuvo un costo de entre US$ 2.100 y US$ 2.200 por hectárea, y a esto se debe sumar que el precio se debilitó: frente al anterior precio definitivo de US$ 12,35, en el pasado mes de octubre se fijó un provisorio de US$ 11,45. Si bien las expectativas, en función de las distintas condiciones de mercado, son que este precio suba de cara al definitivo a fijarse seguramente en el próximo mes de marzo, la realidad es que la bolsa de 50 kilos de arroz sano, seco y limpio se encuentra casi 1 dólar por debajo de la campaña anterior.

A esto sumemos que el arroz ha sido un cultivo particularmente golpeado por la baja del dólar. Si bien este aspecto ha perjudicado las condiciones de negocio de casi todo el sector agropecuario, el arrocero cobra en dólares y tiene muchos costos en pesos, tal como sucede, por ejemplo, con la mano de obra. Y es por ello, que es particularmente afectado: el arroz es uno de los rubros, conjuntamente con la lechería, que más gente emplea por hectárea.

Si se suma el hecho de que los fertilizantes incrementaron su valor desde que Rusia invadió Ucrania, además de tratarse de un sector que es gran usuario de maquinaria, combustible y energía eléctrica, además del riego, la cuenta se hace cada vez más fina para los productores.

El déficit hídrico también jugó su papel. La campaña anterior, en el norte del territorio se perdieron entre 1.500 y 2.000 hectáreas por mermas en el riego. Para esta campaña no hay números estimados, pero se prevé que también hayan áreas perdidas, considerando que estamos en el tercer año consecutivo con lluvias por debajo de lo normal y varias represas y fuentes de riego están al límite.

Más allá de poder constatarse chacras abandonadas, el riego intermitente también es especialmente perjudicial para el desarrollo del cereal, sobre todo si recordamos que salvo algunos días luego de la siembra y los previos a la cosecha, el arroz es un cultivo inundado en todas las chacras del territorio nacional.

La buena noticia es que en aquellas zonas donde no faltó el agua para el riego, los rendimientos probablemente vuelvan a estar por encima de las 9 toneladas, como ha sucedido en las últimas dos campañas. En el verano de 2021 se cosecharon algo así como 9.450 kilos por hectárea, siendo el récord histórico de producción por unidad productiva del país. El año pasado, se cosecharon 9.200 kilos por há, lo cual se transforma en la segunda mejor. Para el presente, en aquellos casos donde al agua no faltó, las excelentes condiciones de luz y las elevadas temperaturas jugaron su papel para perfilar nuevamente una buena campaña en términos productivos.

En el norte la cosecha aún es incipiente, pero los buenos rendimientos se pueden visualizar. De todos modos, al igual que el año pasado, los calores excesivos ocasionaron problemas en la calidad del grano con un importante porcentaje de quebrado, si bien se espera una mejora conforme avance la cosecha. La variedad Gurí ha sido la primera en comenzar a trillarse, y se estima que alrededor de 500 hectáreas ya fueron cosechadas en dicha región.
En el este, también comenzaron las cosechas paulatinamente. En Arrozal 33, empresa productora emblemática del sector, las cosechadoras ingresaron en las chacras de la variedad 1294, la cual no permite rindes extraordinarios pero sí empezar la trilla en fechas tempranas. “Andaremos en 190 bolsas en esta variedad, que sembramos en la misma fecha que el año pasado, cosechamos en la misma fecha y nos está rindiendo lo mismo”, dijo Álvaro Platero, gerente de la empresa. Arrozal 33 se ubica precisamente en Treinta y Tres, departamento arrocero por excelencia, y se trata de la cosecha número 89 para la firma.
Por esa zona del territorio, ya se están sacando muestras de la variedad Gurí para evaluar humedad y verde y empezar con las trillas de forma más sostenida.

El aspecto de mercados se muestra algo más alentador. Recordemos que el arroz se paga, en aquellos productores asociados a los molinos dentro del precio convenio que son Saman, Coopar, Casarone y Adeco Agro, validando un promedio de las ventas realizadas en todo el ejercicio y dentro de las distintas exportaciones realizadas.

Por ello es preciso recalcar que ante el encarecimiento del proceso industrial, en un país que tiene costos elevados, la exportación de arroz cáscara sin previa industrialización se transformó en una opción elegida con más frecuencia por los molinos. Hace algunos meses reapareció Irak, mercado particularmente importante dentro de las exportaciones del cereal uruguayo y algunos otros indicadores muestran esperanza de que de cara al precio definitivo, esos US$ 11,45 que se pagaron por la bolsa puedan crecer.

Uno de los cultivos más antiguos del país comienza con su trilla nuevamente, y el próximo lunes 6 de marzo, con presencia del presidente de la República Dr. Luis Lacalle Pou, ministro de Ganadería Ing. Agr. Fernando Mattos y otras autoridades, se realizará el corte de cinta oficial como es tradicional por medio de la Asociación de Cultivadores de Arroz. Dicha jornada se realizará en la chacra de Juan José Mastropierro, en Vichadero, departamento de Rivera.