El mejor momento del mes a gran escala se dio en la transición entre quincenas, luego de un comienzo frío que dejó las últimas heladas en el sur de la región pampeana. Desde la segunda semana, las masas de aire cálido, con mayor contenido de humedad han logrado imponerse, pero la dinámica de los sistemas frontales ha sido muy poco eficiente sobre el centro este y el norte del país.

Si observamos la distribución de lluvias del mapa, podemos ver con claridad la influencia de la zona de alta presión sobre el área continental. En zonas del sur del NOA, sudoeste de CB, LP y en forma más desorganizada, en la provincia de BA, las lluvias se han aproximado y por sectores superado los ochenta milímetros. Se nota como lluvias relativamente buenas, alcanzan la zona central del norte bonaerense, pero luego hacia el norte y noreste del país, los milimetrajes decaen de manera muy significativa, con un mínimo en el centro de la Mesopotamia y el noreste de SF, incluso el norte de la Mesopotamia, que venía de un bimestre de lluvias sobre abundantes. Justamente sobre esta zona se instala la principal influencia anticiclónica, desorganizando la actividad frontal y también contrariando los sistemas precipitantes convectivos, típicos de finales de primavera, cuando las temperaturas comienzan a provocar fuertes calentamientos superficiales, con sus consecuentes movimientos verticales. Naturalmente estos sistemas son una fuente extra en la generación de lluvias, algo que en noviembre se ha visto totalmente disminuido en el centro este y noreste del país. Las tormentas más intensas se dieron en zonas del sudoeste de CB, La Rioja y en los últimos días sobre el este bonaerense, con un máximo puntual de casi cien milímetros en la zona de influencia de Villa Gesell. Sin dudas el aire húmedo está llegando a toda la región pampeana, pero la dinámica del sistema de alta presión, lamentablemente impide una recuperación plena del patrón pluvial. Esta dinámica tan poco favorable golpea en el corazón maicero del país, imponiendo condiciones de humedad muy restrictivas para los lotes que se sembraron temprano, durante el mes de septiembre.

Cuando comparamos los valores de lluvia registradas del mes de noviembre con los valores estadísticos (1973-2021), se obtienen los desvíos o anomalías de precipitación.

La anomalía negativa queda instalada a pleno en el centro este y norte del país. Por más o por menos, lo totales pluviales de esta vasta zona, principalmente la Mesopotamia, SF y el este de CB, quedaron muy por debajo de los valores esperables estadísticamente para el mes de noviembre. Como vemos el golpe deficitario también incluye el norte el NOA, quedando una performance pluvial antagónica para el sur del NOA y parte de la región cuyana. No ha llovido bien en el Comahue.

Un buen nivel de precipitaciones se observó sobre el oeste y sur de CB –dado el contexto-, siendo irregular el comportamiento en la provincia de BA, donde se despliegan todas las categorías de la clasificación estadística de las lluvias.

Como podemos ver las lluvias son abundantes sobre el noreste de la Patagonia, es decir hasta este sector llegaron con mucha eficiencia las masas de aire con alto contenido de humedad. Los sistemas frontales sin restricciones en su accionar en la zona pudieron transformar la humedad en una buena oferta de agua. Esto normalmente debería suceder y aun con mayor eficiencia en la franja central del país, sin embargo, no es la primera vez que estamos describiendo el efecto estabilizador de la zona de alta presión cuando la misma gana el área continental.

Respecto de las temperaturas, las máximas más rigurosas se concentraron en la zona central del país, con desvíos positivos bien marcados en todo CB, centro sur de SF y norte de BA. Las altas temperaturas también aparecieron en el norte del país, pero promediando registros que tendieron a quedar más cercanos a los valores estadísticos. Las mínimas promediaron valores que definen una marcada en el centro norte del país. En resumen, esto habla de un mes con fuerte amplitud térmica, algo relacionado con un escenario de mucha estabilidad. La transición hacia el mes de diciembre ha sido con una dura ola de calor que persiste hasta el presente.