Nuestro país camina sobre la cuerda.

La política económica se desarrolla con metas de brevísimo alcance. La cambiaria se reduce a múltiples tipos de cambio y a toda clase de cepos. Producir, en esta maraña de disposiciones, es una verdadera aventura.

La cruda realidad de hoy es que en el activo del Banco Central solo hay cerca de USD 3.000 millones. Este es un nivel que no está demasiado lejos del existente al momento previo de la primera versión del dólar-soja. ¡Qué poco duró el colchón del dólar-soja!

Frente a este patético cuadro, este lunes entró en vigor la segunda versión del dólar-soja.

Hasta el final de diciembre.

Desde el Gobierno, calculan que de acá a fines de diciembre se liquidarán ventas de soja por valor de USD 3.000 millones. Habrá que ver si es así.

La campaña argentina está sumamente comprometida. No solo por las intervenciones súbitas -y sin un derrotero claro- sino por el factor climático.

Y justamente es el factor climático en la Argentina el que presiona a la suba en los precios internacionales de la soja.

La persistencia de falta de humedad en la mayor parte de la zona agrícola de país ha llevado a un retraso de aproximadamente 20 puntos porcentuales.

Cada día de retraso a partir del 15 de noviembre en la zona núcleo representa algo así como un cuarto de quintal menos a la hora de la cosecha.

La rueda de Chicago del lunes, en rigor, comenzó en baja para la soja, apenas conocida la implementación del dólar-soja en su segunda versión.

El mercado entiende que en los próximos días se incrementará sustancialmente la oferta de soja argentina y acelerará las exportaciones de poroto y de subproductos.

Pero, luego logró revertir la tendencia y terminar con ligeras subas, seguramente por el temor a una fuerte reducción en el volumen de cosecha de nuestro país.

Un elemento de preocupación sobre la demanda global de soja viene de los hechos acaecidos en China.

Una suerte de rebelión en China acaba de estallar. El pueblo está harto de las restricciones ya no soporta las cuarentenas por Covid.

Intempestivamente, la gente salió a la calle, para protestar y rebelarse con la cuarentena. Miles de personas se manifestaron este domingo en varias ciudades de China contra la política de "Covid cero" que, desde hace casi tres años, las autoridades dispusieron.

La chispa detonante de la protesta se origina por un incendio mortal el jueves pasado en Urumqi, la capital de la región occidental de Xinjiang. Allí murieron al menos 10 personas cuando se advirtió que las medidas de confinamiento habían retrasado la llegada de los bomberos.

Los principales índices bursátiles del país y su moneda cotizaron a la baja el lunes, a raíz de las protestas generalizadas contra las estrictas restricciones sanitarias.

Por la importancia que tiene China, ello ha derrumbado los mercados del mundo. ¿Será éste el preanuncia de una fuerte recesión global?

Para colmo, el precio del petróleo siga cayendo.

El gráfico es claro:

Futuros petróleo crudo WTI - Ene 2023

Después de haber alcanzado su pico el día 4 de noviembre (USD 92,61), este lunes quedó en USD 76,33. Nada menos que una baja cercana al 18%, en tan solo 24 días corridos.

El cuadro global no presagia nada firme para mantenerse optimistas sobre los precios. Y el cuadro local sigue bajo las nubes del intervencionismo con objetivos de cortísimo alcance.