Mencionaron que la producción global europea y americana que estaba cifrada en 2.774 millones de toneladas en 2022, se rebajó en 17,2 millones de toneladas respecto al informe anterior publicado en el mes de julio.

La mayor parte de la disminución prevista guarda relación con la producción de maíz en la Unión Europea, donde estiman que las condiciones atmosféricas excepcionalmente calurosas y secas imperantes desde finales de la primavera harían descender los rendimientos en un 16%.

Del mismo modo, las perspectivas acerca de la producción de maíz en los EEUU se redujeron de forma moderada, fundamentalmente a causa de los estados climáticos desfavorables en la región del Medio Oeste, sostuvieron.

“Los déficits de precipitaciones también impactaron en las previsiones de los rendimientos de la cebada, lo que explica en gran medida la reducción de los pronósticos acerca de la producción mundial del cereal”, agregaron. También recalcaron que en el caso de Argentina y Ucrania se sigue previendo que la producción de maíz disminuya un 38% en términos interanuales.

A raíz de la baja en la producción mundial de cereales pronosticada para este año, la organización afirmó que las expectativas sobre las reservas al cierre de las campañas de 2023 también disminuyen en 9,3 millones de toneladas desde julio, es decir, un 2,1% menos que los niveles esperados.