Los precios de la oleaginosa se entonaron este lunes.

El mercado climático jugó a favor. La falta de precipitaciones en las zonas agrícolas de EE.UU. es el trampolín del momento.

Se trata, fundamentalmente, de los estados de Nebraska y Dakota del Sur que necesitan imperiosamente de las lluvias.

Con este cuadro, los inversores se interesan en la compra de contratos, al especular con una cosecha norteamericana de menores rindes.

Pero no está todo dicho.

De acuerdo a las predicciones meteorológicas, las lluvias regresarán la próxima semana.

Claro que son predicciones…. Y nada se puede asegurar al respecto.

Acentúan la mejora de los valores de la soja, los rumores sobre nuevas importaciones por parte de China.

Entramos así en una fase sustentada en una suerte de pulseada entre el mercado climático y las compras chinas por una parte y, por otra, la nueva suba de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de EE.UU. y la mayor proximidad de la trilla en América del Norte.

Falta casi un mes para el inicio de la cosecha. Las próximas semanas seguirán bajo la presión de las condiciones climáticas en EE.UU. Así el cuadro, los pronósticos serán usados por los fondos de inversión para hacer subir o bajar los valores en el mercado de Chicago.

El banco central estadounidense necesita seguir subiendo la tasa de interés como herramienta para suavizar una inflación que está en máximos de varias décadas.

El alza en la tasa de interés viene, obviamente, con el fortalecimiento del dólar en desmedro de las restantes divisas.

El índice dólar ya superó su máximo desde el 15 de julio, y el euro bajó su nivel más reducido en varios meses. Similar comportamiento negativo, han tenido monedas duras como la libra esterlina y el yen.

Parece que los operadores financieros y analistas creen en un aumento de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de al menos 50 puntos básicos, en septiembre próximo. Y quizás sea de 75 puntos…

Lo moneda estadounidense no solo está beneficiada por la tasa de interés. También lo está por la demanda mundial de mayor seguridad.

¿Por qué? Pues porque los datos de la economía china son cada vez más preocupantes y los problemas climáticos/energéticos de Europa generan todo tipo de temores sobre una mayor desaceleración económica allí.