El estudio señaló que la expansión del sector hacia los invernaderos y otros métodos tecnológicos de producción está en gran medida detrás de los mayores rendimientos de la temporada, fenómeno que se produce tanto en los principales estados productores como en las regiones de menor volumen.

A pesar de las condiciones anormalmente secas en algunas zonas de producción, el USDA reveló que hasta la fecha no se habían registrado grandes carencias debido a dificultades relacionadas con el clima.

Los autores del informe también señalaron que si las condiciones normales de producción en campo abierto no se ven afectadas y el sector sigue invirtiendo en tecnologías de invernadero y de sombra, es probable que 2022-23 iguale su estimación oficial de producción para 2021-22 en 3,7 millones de toneladas.

En cuanto a la exportación, se espera que los volúmenes destinados al mercado clave de Estados Unidos disminuyan ligeramente, pasando de 1,76 millones de toneladas en 2020-21 a 1,7 millones de toneladas para 2021-22.

Sin embargo, si las condiciones de cultivo se mantienen y la demanda estadounidense sigue aumentando, la entidad prevé que las exportaciones crezcan a 1,9 millones de toneladas para 2022-23.

Temporada

La temporada de tomate en México va de diciembre a abril desde Sinaloa -el mayor productor de tomate del país con el 23% de la producción- antes de pasar a San Luis Potosí, seguido de Michoacán, Baja California, Zacatecas, Morelos, Puebla y Jalisco entre mayo y noviembre.

Estados Unidos sigue siendo, con diferencia, el mayor mercado de exportación del tomate mexicano, ya que recibe alrededor del 91% de los envíos, absorbiendo casi toda la oferta mexicana de tomate fresco exportable, según el USDA.