Este miércoles fue un excelente día para los precios de los granos.

Seguramente, el detonante en este proceso positivo fue la ausencia de un acuerdo entre Ucrania y Rusia, para liberar los commodities agrícolas retenidos desde que comenzara la guerra, en la zona del mar Negro.

Hasta hace poco, se pensaba que ambos países llegarían a un acuerdo. Pero no ha sido así.

Según el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Ucrania debería resolver el problema de la minas ubicadas de en sus puertos.

Pero las autoridades ucranianas sostienen que Rusia no ha presentado ninguna idea realista para poder terminar con esta cuestión.

Lógicamente, Ucrania teme que la propuesta rusa esconda una trampa para que los buques de guerra rusos puedan acercarse a las costas y atacar el principal puerto, Odessa.

La intermediación de Turquía para que ambos países en guerra acerquen posiciones ha quedado por ahora en tinieblas.

Así están las cosas en esa sacrificada zona del mundo. Más que mar Negro es mar de sospechas e intrigas.

Así las cosas, los precios del trigo modificaron su tendencia negativa, para ingresar en el campo positivo.

La volatilidad continúa marcando el mercado del trigo a raíz de la guerra y de sus perspectivas.

El precio del maíz, por otra parte, avanza en alza no solo por la guerra. Lo hace por el recorte de cosecha en el Medio Oeste de EE.UU.

También la soja tuvo un excelente recorrido en suba, alcanzando a máximos de 3 meses.

Las precipitaciones en buena parte de las Grandes Llanuras y el Medio Oeste de Norteamérica, llevan a estimar cierta dificultad en el avance de la siembra.

Y además, seguramente por la menor competitividad que deriva de la suba del real respecto al dólar, las exportaciones de soja de Brasil, en 2021/22, disminuirían.

Conab habla de un volumen 75,23 millones de toneladas, frente a las 77 millones de la estimación previa.

Como vemos el mercado, con vaivenes, sigue sostenido.