TENDENCIAS CLIMÁTICAS

Durante los últimos meses, aun con algunas oscilaciones, el fenómeno La Niña, ha logrado sostenerse. Si bien el acople de este enfriamiento oceánico con la circulación atmosférica es reconocible, el impacto sobre el comportamiento de las lluvias no ha sido tan generalizado durante el otoño.

Al promediar la estimación de las temperaturas oceánicas de las últimas cuatro semanas y compararlas con los valores estadísticos (1981-2010), se reconoce el extendido enfriamiento que domina gran parte de la zona central del Pacífico ecuatorial. El enfriamiento es mucho más pronunciado sobre la zona de emergencia de aguas profundas, cercanas a las costas de Perú y Ecuador. En general toda la costa chilena esta bañada por una corriente de Humboldt, más fría que lo normal, favoreciendo la llegada de aire frío al sector continental de Argentina.

Las condiciones sobre el litoral Atlántico, son más cercanas a las normales, predominando el mar más frío sobre la costa bonaerense, algo que también potencia las entradas de aire frío desde el sudeste.

Independientemente de los pronósticos del indicador ENSO, la sostenida presencia del enfriamiento por estas fechas en la zona central del Pacífico, hace improbable que salgamos a la primavera con un escenario que presente a este forzante lejos de la posición actual, es decir, deberíamos contar con la continuidad del fenómeno La Niña para el desarrollo de la primavera. Muchas veces comentamos que en esta época del año, los pronósticos ENSO, son menos eficientes, sin embargo, atendiendo las actuales circunstancias es muy improbable alcanzar la neutralidad en el trimestre frío.

El rápido retiro de las lluvias sobre la franja oeste del país durante el mes de mayo, está más relacionado con los prematuros enfriamientos, que con la presencia del fenómeno La Niña.

No se debe confundir la retracción estacional de las precipitaciones, factor de escala regional, con la presencia de ese fenómeno.

Las lluvias previstas en el corto y mediano plazo, se distribuyen de acuerdo a lo esperado. El próximo evento, se concentrará en las provincias de Corrientes y Misiones y avanzando ya sobre la segunda quincena del mes, las provincias de BA y ER, pueden lograr algunas recargas. De validarse este comportamiento se fortalece el escenario seco hacia el oeste.

Con el continente mucho más frío, el tránsito de las áreas de alta presión hacia el océano, seguramente será lento. Esta es una situación asociada a atmosferas secas y estables, mucho más sobre las zona mediterráneas del país. Este patrón de escala regional será muy difícil de romper durante el trimestre frío. Ocasionalmente habrá algún cambio de circulación al noreste, con aporte de aire tropical, pero difícilmente logre sostenerse. Solo las áreas del este se benefician de estas irrupciones de aire desde los trópicos. Contar con un evento disruptivo que se salga de esta tendencia para las zonas más complicadas de humedad es improbable.

CONCLUSIONES

De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre:

1. El fenómeno La Niña se mantendrá durante el invierno. Al mismo tiempo se espera que su intensidad sea débil o que se vaya debilitando conforme avancemos sobre la primavera.

Respecto de este forzante, la intensidad débil, contempla la posibilidad de una menor afectación de las precipitaciones. Debemos recordar que durante el invierno pasado, La Niña se había neutralizado y la salida a Septiembre fue muy buena. Si bien este año el escenario no es el mismo, un evento débil bien puede tener una señal poco detectable sobre el comportamiento pluvial.

2. A nivel institucional (SMN-IRI-CPTEC), no se presentan tendencias favorables para el desarrollo de los meses fríos en cuanto a la oferta de agua. Esto afecta fundamentalmente a las áreas que no cuentan con reservas en el perfil para sobrellevar este período. Sólo sectores del sur y el este del país podrían acercarse a valores normales durante el trimestre frío.

3. Las condiciones dinámicas de la escala regional no son las ideales para el tránsito del invierno, sin embargo, las mismas pueden modificarse favorablemente en la transición de agosto para septiembre.

4. En cuanto al régimen térmico, se espera un comportamiento normal para las provincias del centro, con tendencias a desvíos positivos hacia el sur y anomalías negativas en el norte del país (no condiciones rigurosas). Se prevén irrupciones de aire polar como la recientemente observada en la transición mayo junio, pero no se espera que esta condición sea persistente.