Ahora bien, ¿Qué entendemos por biodiversidad? El Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB, 1992) define a la biodiversidad como “la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie (diversidad genética), entre las especies (diversidad de los organismos) y de los ecosistemas (diversidad ecológica)”.

Este convenio (CDB), ratificado en la Argentina mediante la Ley N.° 24.375, tiene por objetivos la conservación de la diversidad biológica, el uso sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa de los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos.

Ante la pregunta ¿Por qué es importante la biodiversidad? la respuesta es simple: porque dependemos de ella para satisfacer nuestras necesidades y posibilitar que las generaciones futuras puedan satisfacer sus propias necesidades. Es decir, no existe desarrollo sustentable genuino si no conservamos, restauramos y utilizamos a conciencia todo lo que nos brindan los ecosistemas y la biodiversidad.

Nos referimos particularmente a esos “servicios ecosistémicos” como se hacen llamar a los beneficios (directos e indirectos) que gozan las sociedades derivados de los ecosistemas naturales o transformados (como los “agroecosistemas”), las especies que los conforman y los procesos que llevan adelante.

Por citar algunos ejemplos: la polinización y dispersión de semillas (servicios de soporte); los recursos genéticos y la provisión de alimentos, fibras, maderas, entre otros tantos recursos naturales (servicios de provisión); la regulación del clima y la regulación de poblaciones de plagas agropecuarias o vectores de enfermedades mediada por organismos conocidos como biocontroladores (servicios de regulación) y el crecientemente ponderado socioeconómicamente “ecoturismo” (servicio cultural).

Nuestro país representa una de las áreas mundiales de mayor importancia en lo que a biodiversidad se refiere, representada por 18 Regiones Naturales o Ecorregiones (15 Continentales sumado al Mar Argentino con sus Islas del Atlántico Sur y el Sector Antártico).

Asimismo, es importante destacar que nuestro capital natural permite desarrollar unos de los paradigmas productivos más auspiciantes en correspondencia con el desarrollo sustentable. Nos referimos a la Bioeconomía, la cual se define como la utilización intensiva de conocimientos en recursos, procesos, tecnologías y principios biológicos para la producción sostenible de bienes y servicios en todos los sectores de la economía (IICA, 2018).

En general, las aplicaciones de la bioeconomía se pueden agrupar en “senderos productivos” que conducen a producir “más con menos” (optimización de recursos) y minimizando el impacto ambiental. Uno de dichos senderos corresponde a la utilización de los recursos provenientes de la biodiversidad, con numerosos ejemplos de aprovechamientos sustentables tales como las producciones agrosilvopastoriles y acuapónicas; el acervo microbiano benéfico desempeñando diversas funciones en cuanto a la bioenergía, la fertilidad y sanidad de los cultivos, la industria agroalimentaria, entre otros sectores y el aprovechamiento de los recursos genéticos destinados a la industria farmacéutica, agroalimentaria, veterinaria, etc.

En definitiva, el sendero está más vinculado con el concepto del biocomercio y la generación de nuevas oportunidades de mercado, pero asimismo con fuertes implicancias en la generación de empleo y movilidad socioproductiva. Por lo tanto, la pérdida de biodiversidad es mucho más que la extinción de especies, ya que también entraña la pérdida de numerosos servicios ecosistémicos de los cuales se vale la bioeconomía para su desarrollo.

Por lo expuesto, en el Día Internacional de la Diversidad Biológica, reflexiones sobre la importancia que conlleva la preservación, conservación y aprovechamiento sustentable de nuestro capital natural, lo cual permitirá satisfacer las necesidades de nuestra generación, sin comprometer a las futuras generaciones.

Fuente: Lapan.com.ar