Como decíamos la semana pasada, las temperaturas en niveles moderados o incluso por debajo de los valores normales, fueron un factor que permitió mitigar la escasez de las precipitaciones. Entre las reservas acopiadas en la segunda parte de enero y el comportamiento térmico de febrero, la situación para el desarrollo de la soja fue relativamente favorable, sobre todo atendiendo lo sucedido en los cuarenta y cinco días previos.

En el mapa se muestra la suma de los eventos pluviales. Si bien las lluvias alternaron entre el jueves y el lunes, la máxima oferta se dio el jueves y el fin de semana. Importantes tormentas se generaron sobre el centro este de CB durante el sábado, sin embargo, las mismas se proyectaron rápido hacia el este y tuvieron su mayor nivel de precipitaciones sobre el sudeste de ER, con sectores de los departamentos Gualeguay, Gualeguaychú y Uruguay, que superaron los cien milímetros en una sola jornada, es decir, un evento que prácticamente cuenta como el total pluvial del mes. Sobre la última parte del domingo las tormentas se regeneraron sobre el oeste y fue el momento de mejor cobertura para otras áreas de la zona núcleo. Las mismas luego avanzaron hacia el centro y el norte, con lo cual zonas que venían muy empobrecidas en la oferta de agua, corrigieron positivamente la situación, sobre todo con buenos aportes sobre las zonas más complicadas de Corrientes, donde no llovió lo necesario pero si alcanzó para apagar los últimos focos de incendio.

En resumen, el final de febrero fue muy bueno. Igualmente, para gran parte de la franja oeste de la provincia de ER. SF y CB no fue suficiente, dado que la esta vasta zona quedó con totales inferiores a los normales, en torno a los 80 milímetros, no es una mala cifra, pero es la mitad de lo acumulado sobre el centro este y sudeste de la provincia de ER y corredores del norte de BA y LP.

El cambio de reservas respecto de la semana pasada es muy notorio, sobre todo en la franja centro este del país, justamente, son los sectores que recogieron el nivel de precipitaciones más elevado.

El análisis agronómico puede ser más complejo o menos lineal que haber salido de la sequía. Seguramente los cultivares tienen memoria de las olas de calor de finales de diciembre y la primera quincena de enero. Es positiva la recuperación de la última parte de enero y como mencionamos, no hubieron nuevas olas de calor. Estas lluvias de finales de febrero quizá fueron algo tardías para lograr mejores rendimientos en soja, pero son una buena noticia a la hora de comenzar a revertir el déficit de los perfiles.

El corto plazo plantea precipitaciones que pueden tener continuidad entre el viernes y el domingo. La cobertura de las mismas será generalizada en todo el territorio de la región pampeana, pero los máximos pluviales tendrían tendencia a ubicarse del centro para el norte de CB, centro de SF y centro norte de ER.

Aun durante el lunes la inestabilidad puede estar presente en la zona, con lo cual el comienzo del mes de marzo es una suerte de continuidad de la ventana húmeda con que cerró el mes de febrero. Los segundos diez días del mes serían más secos, con un regreso de las precipitaciones en la última parte del mes. Si se valida esta secuencia el escenario para el comienzo del otoño, puede comenzar a perfilar una situación que converja en condiciones favorables para el transcurso de abril.