El gobierno nacional salió a defender el proyecto de ley que grava con hasta un 3% los alimentos envasados, aduciendo que no se trata de un impuesto, sino de una tasa, que incluso podría no pagarse si se promueven los envases retornables o acciones de eco diseño.

Así lo indicó el secretario de Control y Monitoreo Ambiental, Sergio Federovisky, en diálogo con Infobae. “Como toda tasa, tiene una contraprestación que es el financiamiento del sistema de gestión de envases que las empresas privadas han decidido no financiar”, señaló el funcionario. “Por ende, no hay ninguna presión tributaria y además, si se aplica con honestidad intelectual el criterio que rige la ley, que es el de la responsabilidad extendida del productor, entonces no se puede hablar de una carga adicional”, sostuvo.

Cabe remarcar que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que conduce el camporista Juan Cabandié, sería el encargado de administrar los fondos que surjan de esta ley.

“Lo que vamos a hacer es garantizar que esa tasa va a estar destinado a la inversión correspondiente para que el sistema de recuperación de envases funcione”, deslizó Federovisky.

Desde la oposición, el vicepresidente del PRO y diputado nacional por Santa Fe, Federico Angelini, expresó su visión contraria al proyecto y consideró que “la máscara de crear impuestos, intervenir la producción o prohibir exportaciones en nombre de la inclusión social y la lucha contra la inflación ya se cayó”. En ese sentido, agregó: “Son argumentos absolutamente falaces, porque acá el único fin que persigue el Kirchnerismo es hacer caja para financiar un aparato estatal y una militancia política, que son los dos elementos que sostienen a los gobiernos populistas como éste”.

“Esta ley de envases es una muestra clara de que el populismo sin plata es muy peligroso, porque sale a manotear recursos de cualquier actividad, sin importarle la inflación, la pobreza, el empleo ni la Argentina de pie. Ellos siempre quieren a un sector de la población de rodillas y para financiarlo, necesitan de una caja que hoy no está y la van a buscar en la hidrovía y en más impuestos a las pymes”.

Por su parte, la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina también manifestó su rechazo a la iniciativa K, entendiendo que significa un aumento de la presión fiscal, que ya en el país es asfixiante.

Fuente: ON24