Hemos comentado en estas líneas en más de una oportunidad que en aquel momento tomó la decisión de comenzar una inyección de dinero inédita de U$D 120.000 millones por mes, con el objeto de reducir el fenomenal crecimiento del desempleo originado en las cuarentenas y el pánico producidos por el maldito COVID 19. Desde aquel momento hasta hoy el desempleo se redujo del 14,80% de abril 2020 hasta el 4,60% de octubre 2021 y si bien no alcanza aún el 3,50% buscado, se tomó la decisión, el martes pasado, de reducir desde fin de noviembre la inyección de liquidez en U$D 15.000 millones mensuales, hasta llegar a 0,00% a mediados de 2022.

El dato que precipitó la decisión y que se viene observando muy de cerca es el Índice de Precios al Consumidor, que en el país del norte lleva 5 meses consecutivos superando el 5,00% anual, más del doble de lo usual en aquel país y preocupante para ellos. En simultáneo con un planeta Tierra en el cual los energéticos han subido drásticamente, con el ejemplo explícito del Petróleo. Tanto el WTI como el Brent han duplicado sus cotizaciones en lo que va del año. En conclusión, y conectando con el mundo de los granos, aquella inyección de liquidez, que venía constituyendo “demanda artificial” sobre los Bonos del Tesoro americano, probablemente reduzca el valor de dichos títulos públicos, incrementando su tasa implícita y transformándose una aspiradora de capital del mundo financiero. Esto podría generar apreciación adicional del dólar en el mundo, y este conjunto de factores afectar negativamente el precio de nuestros productos. Claro que no sólo del mundo financiero se alimentan las variaciones de los precios en Chicago, pero debemos tener presente que “la Fiesta de Liquidez” comienza a terminar. Fueron 21 meses de emisión monetaria inédita y aunque los objetivos buscados se lograron parcialmente, los efectos sobre los activos financieros del mundo fueron enormemente positivos. El dueño del Bar comenzó a prender las luces, no vende más Fernet y la pidió al Disc Jockey que sean sólo 8 temas más, aunque seguirían los lentos por un tiempo. Decimos esto porque aún no modificarán las Tasas de Interés de referencia, al menos hasta 2022, tasas que permanecerán en el rango de 0,00%-0,25%, manteniendo la premisa del bajísimo costo financiero para los privados con el objetivo de incentivar el crédito y la inversión.

Por todo esto es que mientras el lunes y martes de la semana pasada las cotizaciones subieron, desde este anuncio de la FED del martes 2/11, volvieron las bajas. En el balance semanal cayó U$D 16,00/tn el poroto de Soja en Chicago, U$D 5,00/tn el Maíz y U$D 2,00/tn el Trigo.

Mientras tanto, viniendo para el sur de américa, en Brasil sucedió algo muy similar, con una inflación alcanzando los dos dígitos, que no se veían desde 2016 y su Banco Central levantando tasa de interés de referencia.

En resumen, queremos dejar claro, que comienza a retirarse ese entorno global de enorme liquidez y dinero buscando dónde colocarse, parte del cual sin lugar a dudas llegó a los commodities agrícolas desde inicios del segundo semestre de 2020.

Volviendo al presente y a nuestro mundo de los granos físicos, mañana martes 09/11, el mundo recibirá un nuevo reporte mensual del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, que sin dudas será uno de los protagonistas de la semana. Entre otras cuestiones, observaremos con mucha atención qué reportan sobre rendimiento de Maíz y Soja para el propio Estados Unidos, que se encuentra en plena cosecha. 79,00% de avance en Soja y 74,00% en Maíz. No somos pocos los que seguimos observando la evolución de los rendimientos en Minnesota y Iowa, Dakota del Norte y Dakota del Sur, estados que vivieron una situación de estrés hídrico durante buena parte de los períodos de definición de rendimientos tanto en Maíz como en Soja. Probablemente no se vean las reducciones esperadas, de todos modos, debemos tomar nota de esto, para próximas campañas. Otro dato a mirar de cerca será la estimación de Importaciones de China para el presente año comercial, tanto para Maíz como para Soja, pues se vienen ralentizando, muy especialmente en la oleaginosa. Durante el mes de octubre importaron sólo 5,11 millones de toneladas contra 8,69 en igual mes de 2020.

YENDO A LA GESTIÓN…

En medio del entorno financiero descripto nos metemos en la semana previa a las elecciones legislativas, semana en la cual suele haber adicionales turbulencias cambiarias. La sugerencia es no ahogarnos en la coyuntura y ponerle mente fría a las decisiones. Atravesamos días de un entorno delirante en el que nos enteramos que la provincia de Córdoba no pertenece a la Argentina.

Recuerden que, mientras en Chicago y desde junio hasta la fecha el poroto de soja perdió U$D 164/tn, en nuestro mercado sólo perdió U$D 17/tn, gracias a la escalada del precio del Aceite de Soja. Luego de haber pasado tanta agua bajo el puente seguimos aún viviendo excelentes precios de soja disponible, y algo similar ocurre con el Trigo y el Maíz de la campaña 20-21. Si quedara algún insumo por comprar, seguimos sugiriendo cerrar esas compras aprovechando los precios de los granos disponibles y a mirar hacia adelante. El delirio macroeconómico local es lo suficientemente grande como para pensar que todo es posible, incluso un cierre total de importaciones. Por esto que es sugerimos cerrar todas las compras priorizando la disponibilidad por encima del precio. Atar cabos es la eterna premisa, en aguas tormentosas y en tiempos de siembra de la 21-22. Anticipar la pesificación de las compras y postergar la de las ventas, defendiendo la liquidez a rajatablas y comprando el “buen dormir”.

Por Hernán Fernández Martínez - Consultor agropecuario y Director de Comercialización en AgroEducación
Fuente: AgroEducación