Así nos era muy fácil identificar un error, una macana inocente de quien aún no puede medir sus consecuencias. Pero eso sucede en el orden familiar, persona a persona. Ahora bien… ¿Qué pasa cuando esa acción es cometida por la sociedad? ¿Quién dice ese “NOOO” firme y unívoco?

Salvando las diferencias de la metáfora, dado que los adultos no podemos accionar sin desconocer las consecuencias, quienes se encargan de corregir socialmente este tipo de inconvenientes son los Estados, así como también los organismos nacionales e internacionales.

Ellos tienen la obligación y responsabilidad de establecer las leyes y recomendaciones pertinentes para que la sociedad no cometa esos “errores” y, actualmente, el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sustentable son el centro de atención.

Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), desde 1972 a 2017 el volumen de leyes ambientales a nivel mundial se ha multiplicado por 38, siendo este sector junto al digital, los dos rubros que comandan los mayores esfuerzos legales del planeta.

Sin ir más lejos, en nuestro país se han promulgado en estos últimos meses una serie de normativas que se circunscriben a este propósito, como son la Ley Yolanda (N° 27.592) y la Ley de Educación Ambiental Integral (N° 27.621), entre otras.

Pero los llamados de atención son muchos y nos llegan de varios frentes. Quizás, el 2020 será recordado como el año de la pandemia Covid-19, pero no podemos olvidarnos que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que el 6 de febrero de 2020 se registró la temperatura más alta de la historia de la humanidad en la Antártida, en la estación argentina “Esperanza”, con una medición de 18,3 grados Celsius.

Desde Casafe entendemos que la única forma de producir alimentos es cuidando el medio ambiente, siguiendo protocolos específicos como lo son las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y respetando todas y cada una de las normativas vigentes.

Por esa razón, desde hace poco más de un año creamos nuestra área de Diálogo Institucional que establece las conexiones y acuerdos necesarios con los principales actores del sector, para permitir que el desarrollo y crecimiento de la agricultura sea cada vez más sustentable.

Es esta articulación público-privada la llave que nos permite construir sinergias positivas, que acompañen a la producción y a la vez cuiden los recursos naturales para las próximas generaciones.

Desde esta área de Casafe, y con el diálogo y la ciencia como instrumentos, acercamos propuestas de leyes, resoluciones y ordenanzas vinculadas a las buenas prácticas del sector.

Trabajamos arduamente junto a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y con los distintos niveles del Estado como lo son municipios, provincias y nación.

Y si bien el trabajo es infinito, porque tanto el ambiente, la sociedad y la producción están en constante cambio y movimiento, seguiremos sumando esfuerzos junto a las autoridades, instituciones y organizaciones para que la producción de alimentos sea cada día más sustentable y segura.

Por Fabián Quiroga
Presidente de CASAFE