Según los últimos datos del USDA, la recolección alcanzó un avance del 6% para soja y del 10% para el cereal. No obstante, hay otras variables como la fortaleza de los precios del petróleo que limitan las caídas. En los últimos días, las cotizaciones del crudo han estado respaldadas por existencias más bajas que lo esperado en EE.UU., debido a que la producción en este país ha sido limitada por los últimos huracanes que azotaron el Golfo de México.

En trigo, las cotizaciones de Chicago se han mantenido firmes, producto de la preocupación sobre la oferta final de los países que terminan de cosechar en el hemisferio norte, con una firme demanda global por parte de China y los importadores tradicionales. Se han realizado importantes recortes en la cosecha 21/22 de Rusia, Canadá y Francia. Además, países como EE.UU. comenzaron las siembras del trigo de invierno correspondiente al ciclo 22/23, con ciertos estados productores en los cuales continúa la escasez de lluvias, agregando aún más firmeza a los precios del cereal.

Respecto al informe mensual de oferta y demanda del USDA, el Departamento incrementó levemente los stocks 21/22 de soja de EE.UU. debido a un aumento en el rinde y a una corrección en las existencias 20/21. El área fue recortada, levemente, pero aún representa una de las superficies más altas de los últimos 10 años. Para maíz, los stocks aumentaron 5 mill. de t a 35,7 mill. de t, como consecuencia de un incremento en el área y en el rendimiento esperado. También para el cereal el área para el ciclo 21/22 se ubica dentro de las más altas, analizando la historia.

El mercado continúa enfocándose en la demanda de China, que ha mermado en compras de maíz, mientras que se mantiene firme adquiriendo soja americana. También comienza a enfocarse en las condiciones climáticas para Argentina y Brasil, de cara a las siembras del ciclo 21/22, para los cuales se pronostica que el verano será Niña, con precipitaciones por debajo de lo normal.

En cuanto a Sudamérica, en Brasil el productor comenzó la implantación de soja y maíz de primera 21/22. El gobierno amplió la ventana de siembra permitida de 110 a 140 días, debido a la necesidad de mercadería por una mayor demanda y también por efecto del cambio climático. Por lo tanto, de no contar con la humedad suficiente podrían retrasar el ciclo del cultivo, como sucedió en el ciclo 20/21. Es importante destacar que se espera un incremento importante de área y producción en Brasil, para ambos cultivos. Esta situación, clima mediante, podría presionar las cotizaciones del mercado, en el mediano plazo.

En lo que respecta a Argentina, las lluvias recibidas en septiembre en la región Pampeana, permitieron mejorar ampliamente la condición de los trigos sembrados y lograr una humedad óptima para iniciar las siembras del maíz temprano. Según BCBA, la implantación del maíz avanza al 8,5% del área, con un atraso de 2,5 p.p. respecto la campaña anterior. La siembra de girasol alcanzó un 22,5% de progreso, con una expansión del área del 13%.
Respecto a los compromisos del productor, en el último mes se avanzó mayormente con ventas de cultivos de fina, trigo y cebada, aprovechando la firmeza del mercado local por una demanda activa por parte del sector exportador. Las compras de la exportación de trigo alcanzan 6,7 mill. de t, por arriba de las 4,7 mill. de t del ciclo anterior. a igual semana. Para cebada cervecera y forrajera, el volumen adquirido alcanza las 1,34 mill. de t, significativamente superiores a las 290 mil t registradas a igual fecha del año pasado.

Los precios locales del trigo han registrado una suba interesante en los últimos 2 meses, aumentando aproximadamente un 15%. La posición ene-22 en el MATba se ubica cercana a los 235 usd/t, mientras que a igual fecha del año anterior los precios alcanzaban 195 usd/t. También la posición jul-22 tiene un pase positivo respecto a ene-22, cotizando 245 usd/t. Para muchas empresas es una opción interesante para comercializar mercadería en dicho mes, principalmente en los casos en que no hay necesidades financieras en cosecha.

En maíz, las compras del sector exportador ya alcanzan casi 37 mill. de t, sobre un saldo posible exportable de 38,5 mill. de t, según lo último informado por el MAGyP. Esto quiere decir que dicho sector ya está bien abastecido del cereal y se encuentra cercano a cumplir el saldo permitido, por lo que podría comenzar a disminuir su demanda sobre el mercado disponible. Tanto los valores del disponible como los precios futuros de maíz no han tenido oscilaciones, pero se mantienen firmes, a diferencia del mercado internacional en el cual la posición más cercana de Chicago ha registrado bajas considerables. Lo importante a destacar es que para el cereal el mercado se encuentra pagando en paridad, es decir que el precio está acorde a la capacidad de pago de la exportación.

Para soja, no se ha registrado un volumen considerable de negocios en las últimas semanas. En términos generales, el productor ha decidido guardar mercadería disponible para comercializar a fin de año, cuando la industria comienza a necesitarla y paga un premio adicional. A nivel país, hasta el momento hay un 48% de la producción estimada vendido con precio cerrado, mientras que el resto de la soja se encuentra abierto. De la nueva campaña 21/22 los compromisos con precio y a fijar alcanzan apenas el 4%, ubicándose en los mismos niveles que la campaña pasada. Los valores de la oleaginosa en el mercado local, al igual que el maíz, se sostienen con firmeza y en línea con la capacidad de pago de la exportación y de la industria. Para la posición may-22, los precios ofrecidos de 315/320 usd/t son los máximos de las últimas 7 campañas. El promedio de los últimos 10 ciclos de la soja para dicha posición es de 273 usd/t, ampliamente inferior al actual.

Por lo dicho anteriormente y tras haber realizado un resumen de los principales datos del mercado de granos, se considera relevante resaltar la importancia de contar con un alto nivel de coberturas para la nueva campaña. Esto se recomienda debido a que, al igual que como fue en la campaña 20/21, el ciclo 21/22 va a estar expuesto a la volatilidad propia del mercado, sumados todos los riesgos del mercado local, especialmente en un año electoral. A pesar de que los fundamentos de oferta y demanda sean sólidos e indiquen firmeza para los precios en el mediano plazo, hay otras variables macroeconómicas y financieras, locales e internacionales, que también pueden tener sus efectos en el valor de los commodities.

Por Sofía Ganly analista de mercados de AZ Group
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria