EL OESTE AUN ESTA BIEN

A lo largo del trimestre frío hemos visto una distribución de lluvias típica de la época, con las áreas mejor provistas concentradas sobre el centro este de la región pampeana. En general, ya lo hemos comentado, hacia el oeste no se han hecho presentes las apreciadas lluvias de mantenimiento, pero tampoco el invierno se ha caracterizado por ser totalmente seco, al menos en términos ambientales, algo que seguramente modero la perdida de humedad. Se han dado períodos muy fríos con fuertes heladas que tiende a resentir las reservas superficiales, pero teniendo en cuenta que las siembras pudieron hacerse en fecha y con niveles de humedad muy satisfactorio, los cultivos han tenido oportunidad de alcanzar desarrollos como para nutrirse de humedad más profunda.

Dentro de las áreas trigueras principales, sorprende el retroceso que han experimentado las lluvias sobre el sur de la región pampeana, en particular sobre el sudeste, donde el invierno suele dejar mejores aportes que en otras regiones. De todas maneras incluso sobre este sector, se ingresó al trimestre frío con perfiles bien cargados, lo cual por lo pronto ha bastado para sostener el desarrollo de los cultivares, aclarando que esta zona del sur bonaerense ha recibido las heladas más duras y frecuentes (algo que no puede considerarse atípico).

Las lluvias del anterior fin de semana fortalecieron mucho las reservas que dispone el principal cultivo de invierno sobre el noreste de BA. Los aportes fueron menores sobre ER y parte de SF, pero suficientes como para mantener la humedad del perfil en una situación ideal. En general las zonas del oeste están más apretadas, pero aun sin haber recibido las lluvias de mantenimiento apropiadas, se puede considerar que los lotes transitan estas fechas con buen nivel de humedad.

Para esta fecha del año pasado la situación era mucho más ajustada, lo cual hizo que gran parte de los cultivares cordobeses llegaran a septiembre sin reservas, presionando fuertemente los rendimientos de los mismos a la baja. El panorama, resultó más que complejo para todo el núcleo triguero del centro durante el año pasado, ya que las lluvias de septiembre y octubre no lograron abastecer al cultivo en su momento de mayor demanda. En este sentido la situación actual es más auspiciosa dado el margen de reservas con que se cuenta en la actualidad.

La campaña está lejos de definirse. Si bien es claro que la comparación interanual arroja un resultado positivo, no se ven precipitaciones avanzando sobre el oeste durante lo que resta de agosto. Es posible que los modelos de pronóstico cambien para finales de mes si se afianza la circulación del noreste y se potencia la llegada de humedad. El aumento de temperatura durante esta semana próxima avizora el inicio de una situación más cercana a la transición estacional en las provincias del centro, pero aún pueden darse algunos fríos intensos.

Algunos informes preliminares del CPC/IRI, están comenzando a confirmar el regreso de La Niña, pero es necesario aguardar la versión final de los modelos que serán publicados mañana.

Por lo que se viene mostrando a gran escala sobre el sudeste de Sudamérica, e independientemente de que se concrete el regreso de La Niña, no se evidencian un cambio destacado en el patrón pluvial. Más allá de eventos zonales como los que se dieron en el noreste de BA, seguirán prevaleciendo las lluvias por debajo de los valores normales. Las posibilidades de revertir al menos en forma parcial este escenario, depende fuertemente de corroborar la reaparición de La Niña como forzante negativo. Si el evento frío se confirma, el mismo no sería de la intensidad observada en la campaña pasada, lo cual abre la posibilidad de tener una primavera algo más húmeda. Lo que está muy claro es que la seca hidrológica no se corregirá en los próximos seis meses.