Hasta ahora, el clima en EE.UU. viene jugando a favor de los precios de la soja y el maíz.

Para ese país, agosto es el mes de las definiciones en el rinde para la soja. Y julio es el del maíz.

De acuerdo al Agricultural Weather Highlights del día 2 de agosto (USDA), la situación es muy grave para el maíz y relativamente grave para la soja.

En la zona agrícola, más al oeste caminamos, más duro es el cuadro. Hay partes que sufren una fuerte sequía. Veamos…

Sobre las grandes Planicies, el tiempo seco prevalece con elevadas temperaturas, especialmente en la zona norte.

Si focalizamos la atención en el cinturón maicero, las temperaturas son inusualmente altas. El problema se agrava hacia el oeste, porque el medio oeste ha recibido leves precipitaciones.

Los estados del oeste del cinturón agrícola y del norte de las Planicies centrales se hallan en una condición que gira en situación de “sequía moderada”, “sequía severa” y/o “sequía extrema””.

Minnesota, Iowa, Dakota del Norte y Dakota del Sur son los que están así.

El mapa (Monitor Draught, USDA, del 29 de julio) es elocuente. La tintura roja baña sobre todo a las Dakotas.

Lo principal para analizar el posible comportamiento de los precios se da en los pronósticos climáticos.

Las condiciones de tiempo seco y caluroso pronosticadas para los próximos días sobre el Medio Oeste y de las Grandes Planicies – los estados que más humedad necesitan- ponen leña sobre el fuego. Nos referimos al oeste de Iowa, a buena parte de Minnesota y el este de Nebraska, y a Dakota del Sur y Dakota del Norte.

Los pronósticos vienen a alarmar más aún, dado el déficit hídrico que desalienta las pretensiones del USDA por lograr un rendimiento promedio récord en maíz, para la nueva campaña, con 112,66 quintales por hectárea.

Como vemos, el panorama no es para nada alentador, muy especialmente para el maíz.

Respecto a la soja, hay destacar lo siguiente.

Las estimaciones de siembra para el país del norte llegan a 35,1 millones de hectáreas. Con un rinde de 34,20 QQ/hectárea se llega a un volumen de producción de 120 millones de toneladas. Pero esta estimación, hoy por hoy, resulta demasiado optimista.

Es decir: difícilmente se logre.

En estas condiciones, dado que el nivel de stocks llega a tan sólo 4,20 millones de toneladas, el horizonte para los precios debería ser favorable, al menos desde el lado de la oferta.

A lo largo de la historia reciente, el nivel de existencias frente al consumo llegó a niveles elevados como es el caso del período 2004/05 cuando alcanzó 20 millones de toneladas.

Pero en los últimos dos años, la cuestión se puso muy delicada. En la campaña anterior, la existencias fueron de alrededor de 3,5 % del consumo.

Por el lado de la demanda, la cotización de las tasas de interés, a pesar de que la inflación en EE.UU. ya llegó al 5,4% anual, se mantienen bajas.

Así las cosas, el dólar ha dejado la pendiente a la suba.

El dólar volvía a caer el lunes 2 de agosto, después de que la Reserva Federal anunciara la semana pasada que no tiene urgencia por elevar las tasas de interés y retirar el respaldo a la economía estadounidense.

Viendo la realidad actual, es racional esperar que los precios se mantengan en los actuales niveles e incluso suban, pese a que, por ahora, las señales de la demanda china no son buenas.