El Departamento de Agricultura de Estados Unidos planteó un rinde récord para la campaña 2021/22 de soja y maíz. Las condiciones en el Midwest no han sido las más adecuadas en el último mes, atravesando sequías en varias zonas importantes de producción, y logrando que el estado de los cultivos no sea el óptimo para el objetivo planteado. La calificación buena/excelente fue decreciendo semana a semana, y aunque no sea una mala campaña, es difícil ver que se logren los rendimientos estimados en un principio.

Aún no está todo dicho, ya que, si bien el desarrollo tanto de la soja como del maíz se encuentran bastante avanzados, la clave será el mes de agosto que terminará de definir el potencial de cada cultivo. Las lluvias podrían llegar, pero dado que la humedad de los suelos se ve afectada desde hace meses en el oeste del cinturón productor, será difícil que puedan revertir la situación y, por lo menos, poco probable que se alcancen los rindes propuestos.
La relación Stock/Consumo estadounidense estimada para la próxima campaña, para soja y maíz se encontrarían en los niveles más bajos de los últimos años, aunque superando levemente el nivel de la 20/21 por lo que cualquier traspié productivo, por más mínimo que sea, puede acercarnos a lo que vimos este año.

Cualquiera sea el futuro escenario tendríamos que preguntarnos qué fue lo que nos trajo a este nivel de precios. Las perspectivas de la demanda china serán fundamentales para mantener el actual balance mundial de oferta y demanda, en un año donde la demanda superó todo tipo de expectativas y la mirada está en poder determinar si fue temporal o se vuelve permanente.

En un contexto donde el gigante asiático está recuperando sus stocks de cerdos, luego de la famosa fiebre porcina africana, los márgenes internos chinos son cada vez menores a causa de una caída en los precios de la carne de cerdo desde principios de año. La búsqueda por mejorar la rentabilidad podría impactar en las importaciones de soja, habiendo analistas que estiman menores compras chinas de las proyectadas por el USDA para el ciclo 2021/22 ante la posibilidad de reemplazos en la dieta animal por productos de menor costo, aunque nada que cambie sustancialmente la tendencia.

Lo cierto es que los embarques arribados a China de soja, según datos internos de su aduana, en junio totalizaron en 10,7 millones de toneladas, y las importaciones del primer semestre del año se ubicaron en casi 50 millones, a medida que los embarques provenientes de Brasil entraban al país.

Viendo el panorama de lo que vendrá, los compromisos de exportación 21/22 de Estados Unidos, aunque se observa un desaceleramiento en las ventas, se encuentran muy adelantadas en comparación a los años previos, ya se lleva vendido un 18% del saldo potencial exportable estimado por el USDA para la campaña 2021/22, en términos absolutos más de 10 millones de toneladas, en niveles similares a los de la temporada 2020/21 recordando que se venían estando muy por encima.

Otro componente importante de la demanda, del que todavía no hablamos es el consumo interno norteamericano. Centrándonos en soja, se divide en consumo para biodiesel y otros consumos, debido a la importancia de la participación del biocombustible, el USDA a partir de mayo 2021 comenzó a detallar el uso interno en las dos categorías mencionadas anteriormente.

En las últimas campañas vemos que la relación S/C de aceite de soja en EE.UU. viene cayendo a medida que aumentan el consumo interno y la producción, de misma forma que el consumo del biodiesel. Para dimensionarlo, el 48% del aceite de soja estadounidense tiene destino como biodiesel. Este nivel justificó el temor que presionó al mercado a mediados de mayo, cuando los precios sufrieron una fuerte caída ante la noticia de que Estados Unidos podría incumplir con los cortes obligatorios de biocombustibles. Ante los rallys alcistas, las refinerías esgrimieron que el corte obligatorio de biocombustibles les genera fuertes pérdidas y la noticia de que podrían recibir waivers que les permita incumplir los cortes obligatorios presionó las cotizaciones. Hasta el momento las noticias no tomaron mayor importancia, pero sigue siendo un riesgo presente.

Con estos condimentos, ¿Qué podemos esperar para los próximos días? Un mercado regido por los pronósticos en Estados Unidos, en terreno positivo o negativo en función a que las lluvias y temperaturas sean deficitarias o no. A medida que nos vayamos acercando al 12 de agosto, los precios comenzaran a posicionarse de cara al informe mensual del USDA, en el cual el organismo norteamericano podría mostrar rindes que reflejen la situación real de los cultivos. Si bien los problemas de oferta ajustarían la situación vemos que la demanda tiene varios temas por definir tanto a nivel exportaciones como consumo interno.

Viendo la situación del mercado y los precios que mantenemos hoy, recomendamos no quedarse sin hacer nada, no como consecuencia de una visión bajista sino entendiendo que en términos históricos son precios elevados y que permiten cerrar márgenes, por lo que capturarlos resulta más que atractivo. Ahora bien, teniendo una visión en las que las subas son posibles, la recomendación de tomar precio si es con ventas va acompañada de la compra de opciones Call con las que seguir al mercado. Las coberturas flexibles resultan herramientas más que importantes para cerrar buenos valores de ventas y quedar abiertos a mejoras si hay subas, en escenarios con fundamentos por definirse, pero partiendo de precios elevados.

Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria