Mérida, Yucatán.- Es una mafia. La pesca furtiva que se practica en la costa Esmeralda de Yucatán ha llegado al grado de depredación, poniendo en peligro las especies marinas y la economía de las comunidades que se mantienen de esto.
Pescadores de al menos seis puertos yucatecos han denunciado la pesca ilegal, la cual, dicen, está fuera de control y no se sienten apoyados por ninguna autoridad para resolver la problemática.

Ante este panorama, MILENIO acudió al puerto de Río Lagartos, conocido por el turismo de aventura y la pesca de mero, langosta y pulpo, principalmente, que se encuentra a unos 220 kilómetros de la capital del estado, Mérida.

Al llegar a la cooperativa pesquera “Manuel Zepeda Peraza” nos encontramos con José Santiago Vallejos Marrufo, patrón de lancha y su ayudante Gaspar Medina Gómez, mejor conocidos como Coco y Fefeco, respectivamente, con quienes viajamos a unas 20 millas náuticas a mar abierto.

“Ahora aproximadamente, como patrón de lancha, como 800 pesos más o menos, de mi parte y de mi parte de embarcación (…), ya viene dividido lo que es su parte del timonel y mi parte (…) Invertimos como 700 pesos de gasolina y 200 pesos entre de víveres, más el hielo”, dijo Coco. Esa misma cantidad de dinero necesita todos los días para invertir y poder salir a trabajar.

El reloj marcaba las 06:30 horas y el motor de la lancha de Coco comenzó a desplazarse a unos 20 nudos de velocidad durante una hora; el sol apenas comenzaba a “despertar” por el oriente de Yucatán. La temperatura pronto se elevó a los 35 grados Celsius, aunque había algunas nubes.

Coco eligió el punto de pesca mediante un radar satelital y los rayos del sol; se puso su traje buzo negro, mientras que Fefeco encendió un compresor para proveer de oxígeno mediante una manguera a su patrón, cuando estuviera dispuesto a descender al fondo del mar yucateco, en puntos conocidos como “areneras”. A unos seis metros.

Tras esto, Coco ya listo, tomó un par de varillas y un arpón y comenzó a descender, entre las aguas verdes-cristalinas: ahí permaneció unos 45 minutos. Solamente se veían las burbujas del oxígeno que salían a flote mientras él pescaba.

Por fin salió, en una varilla traía langosta y mero. Su rostro era de felicidad.

Y así, durante toda la mañana y hasta las 14:00 horas, ambos pescadores continuaron con su actividad, buscando el producto marino en diversos puntos; en algunos lugares Coco tocó el fondo a unos 60 metros de profundidad, buscando piedras, donde se alojan el mero y la langosta.

“Pues, es esfuerzo que nosotros hacemos día a día, hay días buenos, hay días malos, hay tiradas donde podemos sacar, sabemos que podemos fracasar, pero al igual podemos ganar”.

En ocasiones no capturan nada debido a que la pesca furtiva va acabando con las especies de manera ilegal, comparte.
-¿No te da coraje?

“Pues sí, pero pues qué más le podemos hacer”, lamenta.

Al bajar nuevamente a Ríos Lagartos, ya en la cooperativa, Coco entregó su mercancía en un tambo azul, 20 kilos entre langosta y mero, que significan unos 3 mil 500 pesos; él considero que fue buena la pesca en esta época, pues tienen en contra la pesca furtiva y deportiva y recuerda que en otras temporadas hubiera sacado entre 40 a 60 kilogramos.

“Las langostas ya las movieron, ya trabajaron la piedra, ya le sacaron, si es el primer día (permitido por autoridades) que estamos buceando, o sea, son ellos (los pescadores “pirata”) desde mucho antes que lo hicieron.”

-¿No te da coraje?

“¡Pues sí, la verdad sí!”, expresó el joven pescador, ya que en ocasiones ha sacado muy poco producto marino y a veces no saca ni para comprar gasolina, hielo y qué decir de llevar el “chivo” a la mesa de su hogar.

Horas más tarde Coco entregó 500 pesos a su esposa: “pues es del diario para los gastos de la casa, la leche, los pañales de la niña”.

La pesca ilegal está fuera de control
Carlos Puga, líder de la cooperativa que alberga a 190 pescadores, que significa la misma cantidad de familias, denunció que la pesca ilegal está fuera de control y se ha vuelto una situación terrible.

Explicó que se desconoce cuántas toneladas exactas se capturan de manera ilegal, pero puso como ejemplo que en el mes de julio de 2020 capturaron 11 mil 302 kilos de mero, y en la misma fecha, pero de 2021 sólo la mitad.

“Está terrible el furtivismo, esa es la realidad, (…) ya no hay pesca, ya no hay pesca”, se lamenta.

“Los tiempos no se prestan, o sea, son muchos factores, están afectando la economía del puerto”, dijo el líder pesquero en Río Lagartos.

Consideran que esta temporada fue buena, tomando en cuenta las condiciones de ilegalidad en las que se desarrolla el oficio. (Alejandro Ruvalcaba)
Detalló que se hacen pocos operativos y los depredadores trabajan de día y de noche.

“Todo el pescador furtivo no deja de trabajar en todo el año, no trabaja sólo de noche, no sólo trabaja de día, también de noche, nosotros podemos vigilar de día, pero de noche ¿cómo? Sí, o sea, está terrible y ahorita no son pocos, ya es demasiado furtivismo, y ahorita nos están atacando por los dos lados.

“Vienen de aquí del poniente (Campeche) y allá están empezando a llegar del oriente (Quintana Roo); hay furtivismo de Quintana Roo y vienen hasta aquí, Río Lagartos (…) ellos mismos han depredado su territorio, entonces como ellos son depredadores, ellos vienen depredando desde dónde terminan y empiezan en otro ciclo, en otro lado”, denunció.

Mientras que las empacadoras sigan comprando productos marinos cuando estos estén en veda, principalmente la langosta y pulpo, continuará la red de corrupción, advierte, pues la mercancía es enviada vía terrestre o aérea, principalmente a la Ciudad de México, Guadalajara y el extranjero y, dice, casi nadie vigila.

“Yo vengo diciendo que son una mafia, la verdad que sí (…) porque ya tiene (tiempo) ahorita que empezó esta pesca furtiva fuerte en esta zona, ya tiene como tres o cuatro temporadas, tenemos una temporada muy baja y esta temporada es una extrema, extremadamente baja”, dijo el líder pesquero, con coraje e impotencia de ver como se “roban” ante sus ojos la comida de sus agremiados.

La autoridad

Para hablar de la pesca ilegal se buscó al delegado de Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) en la entidad, Mauro Cristales Márquez, y saber qué se realiza para combatirla; sin embargo, el funcionario respondió que no podría dar información debido al proceso de la consulta popular.

Pese a las malas épocas, los pescadores no paran porque los gastos siguen a diario. (Alejandro Ruvalcaba)
Mientras que, al salir de un evento en Mérida, Dulce María Sauri, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, y quien en años pasados fue gobernadora de Yucatán, declaró que el tema de la pesca furtiva es muy complejo, pero se tiene que combatir.

“Es sumamente complejo, y no solamente por su parte humana, de las personas, hombres y mujeres que han dedicado su vida (…) al mar; la parte ambiental…tenemos que hacer que funcione lo que tenemos.

“Tenemos responsabilidades de la Secretaría del Medio Ambiente, tenemos responsabilidades de la Secretaría de Marina, y tenemos también responsabilidades en la Secretaría de Economía, de en cuanto, la expedición de permisos para la exportación de especies marinas, entonces hay que hacer valer la ley, desde luego (…) esa es la primera, la segunda (…) consideración es que si se requiere modificaciones a la ley, hacerla”, aclaró.

Detenidos

Este fin de semana, la Policía estatal, arrestó a dos hombres que viajaban en conjunto, pero en autos diferentes, con 720 kilogramos de pulpo, que se encuentra actualmente en veda en las costas de yucatecas. Ambos fueron entregados a la Fiscalía General de la República.