En lo que al sector respecta, se conoce la cuota de 99 mil toneladas para las exportaciones de carne de vacuno del Mercosur a la UE. Lo que es menor es la ganancia para productos que ya están bien comercializados, como el café soluble para Brasil, y que por lo tanto tienden a incrementar más sus ventas.

Esta información fue detallada recientemente por los países del Mercosur y la Unión Europea junto a la publicación de cronogramas y compromisos de desgravación arancelaria en el área de servicios y compras públicas en el marco del acuerdo birregional.

La Unión Europea y el Mercosur quieren demostrar que existen enormes oportunidades de negocio en el acuerdo biregional y que no se pueden desaprovechar. Un ejemplo en la ganancia para los fabricantes de vehículos europeos ilustra esto. La liberalización en Mercosur tomará 15 años en total. En los primeros siete años, el bloque tendrá una cuota de entrada de 50 mil vehículos europeos con una ventaja preferencial del 50%. Es decir, el automóvil europeo (dentro de la cuota) estará sujeto a una tasa del 17,5%, mientras que el automóvil estadounidense o japonés seguirá pagando el 35%.

Una coalición de 13 importantes asociaciones industriales europeas alzó recientemente su voz pidiendo a los gobiernos europeos que ratifiquen rápidamente el acuerdo comercial con Mercosur. Las asociaciones advirtieron que un fiasco en la ratificación del acuerdo dejaría a la UE y al Mercosur “con menos instrumentos para generar confianza mutua y cooperar para afrontar el mayor desafío de nuestro tiempo”. Y esa no ratificación llevará a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, socios del Mercosur, a continuar o incluso expandir su comercio con otros socios con estándares ambientales y laborales sustancialmente más bajos. La manifestación ilustra el temor de que Europa pierda más negocios con China en la región.