Es cierto que el precio de la soja, a nivel internacional y local, venía subiendo desde principios de diciembre pasado. Pero, la escalada que resultó impresionante fue la que se dio a partir del 14 de abril pasado.

Lamentablemente, esta escalada duró solo un mes. A partir de allí, comenzó un período negativo. Y el precio cayó cerca de USD 40 por tonelada, esto es alrededor de un 7%.

La pregunta cae sobre nosotros como un balde de agua helada: ¿comenzó una racha negativa?

El gráfico (Piano) muestra la evolución del precio.

Precio de la soja, en USD por tonelada, desde diciembre-20 a la fecha. FOB (Chicago)


En el grafico vemos cómo a partir del 12 de abril empezó la escalada para terminar un mes después.

La raíz de la baja -iniciada a mediados de mayo- es multi-causal.

Hay razones técnicas para explicar la baja.

Es usual que después de abruptas subas, ocurran correcciones derivadas de tomas de ganancias. Se trata de una cuestión de cierre de posiciones para realizar las ganancias logradas.

En este caso, podría ser simplemente algo esporádico.

También ha sido un factor de presión negativa, la proyección (21/22), por parte del USDA del pasado 12 de mayo. El gráfico de arriba muestra cómo a partir del 14 de mayo, dos días después, comienza la baja. Esto también podría ser algo esporádico. Porque la proyección del USDA es muy optimista, en términos de producción para EE.UU.

Pero, hay razones para estimar que podría tratarse de una nueva tendencia. Una menos favorable.

Es difícil establecer ello, dado que hay elementos a favor y en contra de los precios de la soja.

Los operadores ya no prestan demasiada atención a lo que pasa en América del Sur. Ahora, la vista está puesta en EE.UU. Concretamente, en la campaña 2021-22.

En este país, las labores de siembra caminan, ahora, a buen paso. Se estima que se habría sembrado cerca del 65% de la superficie estimada. Tal avance es sobresaliente; está por arriba de lo usual.

Obviamente, ello presiona a la baja en los precios.

Además, en los últimos días han aparecido lluvias favorables a las sojas recién sembradas y en emergencia.

Todo aquello que suceda en EE.UU. con respecto al clima será decisivo para el devenir de los precios internacionales.

Si las estimaciones se confirmaran en el futuro, el cuadro podría ser preocupante para los valores. Porque las estimaciones de producción mundial de soja 21/22, según este organismo, agregan más de 22 millones de toneladas a la cosecha anterior. Además, el consumo mundial no subiría en esa dimensión. Según el USDA aumentaría tan solo 11 millones de toneladas.

Pasemos ahora a la página más bien macro, desde el punto de vista financiero.

El alza de los precios, desde septiembre a la fecha, responde a la enorme liquidez del mundo, por las políticas monetarias de aliento de los países más importantes.

Por ello, el dólar, con altibajos, ha evolucionado en baja.

A consecuencia del incremento en la cantidad de dinero en circulación, las expectativas inflacionarias han crecido. En rigor, inflación en EE.UU. ya ha aumentado. El índice de precios al consumidor en abril mostró una tasa de aumento interanual de 4,2%. Una inflación que hace mucho no se veía en este país.

Dada la inflación ya experimentada y la esperada más el consumo que nuevamente se está en alza, se espera que la Reserva Federal empiece a elevar las tasas de interés y adoptar una política de menor emisión.

En tal caso, el dólar debería empezar a revaluarse.

Sin embargo, por ahora, ello no se nota. El gráfico muestra cómo el valor del dólar se resiste a elevarse.

Indice dólar (investement.com)


En suma, el dólar por ahora no parece estar en suba. La tendencia desde el 30 de marzo pasado sigue en baja.

Bueno… como vemos, hay elementos a favor y otros en contra. No se puede, por ahora, estimar una tendencia.

Lo que sí parece ser bastante probable es que el precio de la soja se está aproximando a una fecha donde se iniciará un período de precios en baja.

Será determinante, la evolución del clima en EE.UU