Chile está aprovechando el momento de manera espectacular, con la Bolsa de Santiago acumulando en lo que va de este año una suba del 11,3%, con el dólar habiendo bajado de 709 a 703 pesos chilenos. En tanto que la Bolsa de Buenos Aires cae en 2021 5%, en tanto que el dólar oficial subió casi 11% y el dólar contado con liquidación subió de 140 pesos a más de 156 pesos.

Y el gran dislate de esta gran diferencia entre argentinos y chilenos se comprende perfectamente en la fotografía de ayer. El maíz, la soja y el trigo volvieron a saltar en Chicago, tuvieron un aumento aún mayor en la Bolsa de Rosario. El Banco Central pudo comprar una buena cantidad de dólares (US$ 150 millones), pero las divisas que se sumaron a las reservas fueron de sólo US$ 73 millones porque la masa de argentinos con pesos sigue huyendo de la moneda local, compra lo que sea a dos manos, con tal de no quedarse con dinero en el bolsillo, ya que pierde valor minuto a minuto.

El temor de ahorristas e inversores tiene su razón. Los fondos que son colocados en los bancos con forma de plazo fijo, pasan en su mayoría al Banco Central, que le entrega a las entidades papelitos denominados Leliq, a cambio de una tasa anual del 38%. Y ayer, la autoridad monetaria absorbió del sistema financiero la friolera de $326.790 millones en ese tipo de papeles.

De hecho, hoy el ministro de Economía Martín Guzmán, que sigue con el ojo morado tras su pelea con un funcionario de tercera línea de la subsecretaría de Energía, intentará colocar hoy más deuda, ya que en las próximas cuatro semanas debe afrontar vencimientos de bonos en pesos por $300.000 millones, y una de esas operaciones en un pago de capital, no de intereses, por lo que la masa de dinero que quedará con posibilidad de cambiar de posición será ciertamente grande.

Y por si alguien quiere entender lo que está sucediendo, debe pensar que el 21 de mayo hay una cancelación de capital por el vencimiento de un bono por $262.000 millones. Y, con ese compromiso por delante, el ministro que echó a un funcionario pero no le hicieron caso, ofrecerá hoy cinco papeles para ver si logra captar del mercado lo que necesita, sin tener que seguir pidiéndole más emisión al Banco Central, en una calesita que se termina convirtiendo en más inflación y más suba del dólar (o hundimiento del peso).

Licitación clave

Hoy entonces se ofrecerá una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 30 de julio de 2021 (s30l1 – reapertura), una letra del Tesoro nacional en pesos a tasa variable más 2,25% con vencimiento 30 de julio de 2021 (sl301 – reapertura), una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 29 de octubre de 2021 (s29o1 – reapertura), una letra del Tesoro nacional en pesos a tasa variable más 2,75% con vencimiento 29 de octubre de 2021 (so291 – reapertura) y una letra del Tesoro nacional en pesos ajustadas por CER a descuento con vencimiento 18 de abril de 2022 (x18a2 – reapertura).

Y, debe advertirse además que el ministro está ciertamente arrinconado porque en sesenta días se acumula una ola de vencimientos de deuda atada al CER emitida por él mismo, con Alberto al mando. Y dentro de menos de cuatro semanas hay un vencimiento por US$ 2.400 M con el Club de París, un organismo con el que Guzmán ya intentó negociar sin éxito. Al punto que el lunes próximo el propio Guzmán con el Presidente y el canciller Felipe Solá irán a Europa, a ver a dos o tres presidentes (Emmanuel Macron entre ellos) y a visitar al Papa, para ver si consiguen algún tipo de indulgencia.

Los inversores y ahorristas que todavía tienen ingresos en pesos están cobrando los fondos del mes y ayer volvieron a presionar en masa sobre todos los dólares posibles. Y eso se da con un mundo que está entrando en un momento ciertamente límite. Ayer, debido a la fuerte inflación mundial y al enorme gasto público que quiere hacer el presidente Biden, la secretaria del Tesoro de EE.UU. Janet Yellen le puso los pelos de punta a todos los inversores del mundo al poner sobre la mesa la posibilidad de que la suba de tasas de interés sea más rápida de lo que viene prometiendo Jerome Powell desde la Fed, ya que el gasto público desplegado está alterando todos los precios del mercado.

Ante ese sincericidio de Yellen, que horas después se vio obligada a aclarar sosteniendo que nadie más que ella defiende la independencia de la Fed, la Bolsa de Nueva York que viene navegando en una burbuja desde hace casi noventa días, acusó el impacto, con bajas sobre todo en las empresas tecnológicas. Pero el dólar, que venía bajando, empezó a captar otra vez la atención de los inversores globales, por lo que ayer en el exterior el dólar subió 0,4% contra el euro y el mexicano, mejoró 0,2% contra el yen y la libra, no cambió contra el real y bajó 0,1% contra el chileno.

En Argentina, con todos preparándose para una licitación de hoy que puede ser decisiva para el ministro (con toda la Cámpora en contra y con la propia Cristina también enviándole algunos tuits de advertencia), los seis dólares de Alberto subieron. Mientras las tasas de las Leliq y los plazos fijos siguieron al 38% y 37% anual, con una inflación que ya según casi todos los estudios vuela cerca del 50%, hubo una suba de 15 centavos para el dólar turista hasta 163,85 pesos. Con alza de 9 centavos para el dólar oficial hasta $99,30, de $1 para el dólar blue hasta $154 y de 4 centavos para el dólar mayorista hasta $93,71. Hubo una suba de 46 centavos para el dólar MEP hasta $153,42 y de 35 centavos para el contado con liquidación hasta $156,72. Aunque medidos en pesos, el real subió 6 centavos hasta $17,28, la libra bajó 13 centavos hasta $130,15 y el euro bajó 38 centavos hasta $112,62. Por lo que en suma, la brecha entre el dólar oficial y el blue subió al 55% y la del CCL con el mayorista a 67%.

Con ese marco, los bonos argentinos tuvieron una mínima suba en pesos pero sus cotizaciones en dólares cedieron. Y hay un dato llamativo: hay un corrimiento de los inversores de bonos en pesos a bonos en dólares y bajo ley New York, en un clásico movimiento que antecede a inversores temerosos que se produzca una nueva reestructuración.

El rumbo de las bolsas

Es cierto que en ninguna parte las cosas están para bollos. Con el aviso de Yellen, y con muchas economías debiendo readaptarse al pos covid en el caso de países con alta vacunación, pero con muchas empresas pérdidas, hubo una baja generalizada en casi todas las bolsas, con un desplome de 2,5% en Frankfurt. La Bolsa de New York arrancó muy mal y fue repuntando, hasta terminar casi mixta: el Dow quedó apenas arriba, pero el S&P bajó 0,7% y el Nasdaq achicó 1,9%. Al tiempo que tampoco hubo un buen día en las bolsas latinoamericanas: México achicó 0,4% y San Pablo 1,3%.

Por supuesto, en la misma línea, la Bolsa de Buenos Aires también tuvo una jornada con caras serias. Con $782 millones operados en acciones y $2.610 millones en Cedears, el índice S&P Merval bajó otro 0,4%, con mayoría de bajas para los ADR argentinos que operan en NY, con Telecom, Globant, TGS, YPF Y Macro entre las más castigadas.

Lo increíble del caso es que este mal desempeño del mercado argentino se da con las commodities de fiesta. El petróleo ganó otro 2% hasta los mejores precios de varios meses pre pandemia. Los granos y los metales básicos tuvieron subas del 0,5% al 3%. Y todo eso con un dólar sostenido, ya que las posiciones de reserva tiemblan por el aviso de tasa de EE.UU.: el oro y la onza de plata bajaron, y el bitcoin tuvo otra estocada, volviendo a los mismos precios que anotaba hace dos meses.

¿Qué pasará hoy con la licitación de Guzmán? ¿Qué pasará con su discusión por las tarifas y los subsidios con los K de La Cámpora? ¿Habrá un intento como en El Salvador para eliminar la Corte y los fiscales? ¿Puede darse en la Argentina una situación como en Colombia donde tras un intento de subir más y más los impuestos para mantener el gasto público hubo siete días seguidos con protestas, con 19 muertos y cientos de heridos? Veremos qué pasa hoy en el llamado para colocar letras entre las 10 y las 15. El resultado puede alterar mucho al mercado.

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Fuente: El Economista