TRIGO 2020/21

El siguiente informe presenta los principales resultados de la tecnología aplicada en el cultivo de trigo en la última campaña 2020/21. Se muestran aquellos indicadores que permiten comprender el aporte que hace el cultivo de trigo dentro del sistema productivo de nuestro país.

En la campaña 2020/21 se sembraron 6,5 M Ha de trigo en Argentina. Se sostuvo el área en relación a la campaña 2019/20 y se obtuvo un rinde promedio de 28,2 qq/Ha, mostrando una caída interanual del rendimiento del 3,6 %. Del mismo modo que el área sembrada, la adopción de tecnología se mantuvo similar a la campaña previa, con mejoras en algunos de los indicadores.

El desarrollo de la campaña estuvo condicionado por el déficit hídrico y las heladas, principalmente en el comienzo de la misma. En consecuencia, en zonas como el NEA y Córdoba se resignó área de siembra. Por el contrario, otras regiones aumentaron el área de siembra que, fertilización mediante, lograron mejores rendimientos y productividades que la campaña anterior.

EL APORTE DEL TRIGO A LA AGRICULTURA DE CONSERVACION

La sustentabilidad ambiental es uno de los atributos más importantes de la producción agrícola actual. Según la FAO, la agricultura de conservación es un sistema de cultivo que puede prevenir la pérdida de tierras cultivables y a la vez regenerar las tierras degradadas. Para ello se basa en tres pilares: cobertura permanente de los suelos, laboreo mínimo de las tierras y diversificación de especies vegetales. Para analizar estos principios a nivel local, se presentan aquí los indicadores de adopción de siembra directa y de rotación de cultivos, con foco en trigo, además de mencionar el uso de cultivos de cobertura (ver también informe ReTAA N°42). Existen a su vez otros indicadores, como la densidad de siembra, el análisis de suelo y la fertilización, que también hacen a la tecnología aplicada al cultivo.

En la campaña 2020/21 el 86% del área se realizó bajo siembra directa, 3 p.p. por debajo de la campaña anterior. La evolución de la adopción de siembra directa de trigo a nivel país se representa en el gráfico 1. Por otro lado, el mapa 1 muestra la adopción de siembra directa a escala regional para la campaña 2020/21. La misma estuvo en un rango de 59% a 99%, y esta variación está relacionada a distintas causas regionales.

El Sudoeste de la provincia de Buenos Aires y Sur de La Pampa presentó el valor más bajo debido a que se recurrió a otro tipo de labranzas para controlar malezas resistentes (rama negra) y también para descompactar suelos que presentaban tal condición.

Rotación de cultivos

La participación de gramíneas en la rotación creció del 33% al 44% entre las campañas 2014/15 y 2018/19, y desde entonces se mantiene. Tal crecimiento se explica, en parte, porque el trigo aumentó su contribución del 16% al 20%*2. El resto lo completó el cultivo de maíz y, en menor medida, cebada y sorgo.

Esta mejora en la participación contribuye a la diversificación de cultivos y a tener una rotación más balanceada entre gramíneas y leguminosas. Aporta numerosos beneficios al sistema como el incremento de materia orgánica, la reducción de enfermedades, mejora la estructura del suelo, entre otros.

En la campaña 2020/21 si bien el área nacional de trigo se mantuvo con respecto a la campaña previa, a nivel región mostró una configuración distinta debido principalmente a la falta de humedad.

Cultivos de cobertura

El trigo en ciertas regiones como el norte de nuestro país suele ser utilizado como cultivo doble propósito. En años donde las condiciones ambientales son óptimas se cosecha el grano. Por otro lado, se puede dejar como cobertura. El mismo aporta carbono al suelo, mejora la porosidad y la estructura del mismo.

La fertilización de trigo estuvo marcada por las condiciones climáticas de la campaña. Regiones como NEA y Córdoba padecieron déficit hídrico desde el inicio del ciclo del trigo y esto se vio reflejado principalmente en una disminución de las dosis de fertilización nitrogenada. Por el contrario, regiones como el Norte de Bs. As. - Oeste de La Pampa y el Sudoeste de Bs. As. mostraron un aumento de las dosis que permitieron obtener rindes superiores a los alcanzados en la campaña anterior.

Como consecuencia de estas distintas situaciones regionales, a nivel país en la campaña 2020/21 las dosis promedio de nitrógeno y fósforo aplicados aumentaron levemente en relación a la campaña anterior. La dosis de nitrógeno fue de 69 Kg/Ha. y la de fósforo 15 Kg/Ha.

Las regiones NEA y Córdoba, que debido al déficit hídrico redujeron la intensión de siembra de trigo, mostraron los valores más bajos de fertilización nitrogenada de la campaña. A la vez, estas dosis fueron menores a las registradas en la campaña anterior. Dicha baja fue compensada por una mejor fertilización en regiones de Buenos Aires. En el caso del Norte de Bs. As. - Oeste de La Pampa y del Sudoeste de Bs. As. se registró un aumento en las dosis de nitrógeno que redundaron en buenos rendimientos, superando los del año anterior. En ambas regiones la dosis aumentó 18 Kg/ha. con respecto a la campaña 2019/20.

La fertilización fosfatada a nivel país y región mostró variaciones muy leves en la campaña. En casi todas las regiones productivas se relevaron pequeños aumentos de la dosis fosfatada lo cual elevó la dosis país a 15 Kg. P/ha. (Dosis 2019/20: 13 Kg.P/Ha.) La región del Norte de Córdoba fue la única que redujo la dosis (2 kilos menos). El valor más alto se encuentra en el norte de La Pampa y Oeste de Buenos Aires y en el Sudeste de Buenos Aires. Estos valores se deben principalmente a la importancia de la producción de trigo en dichas zonas.

Análisis de suelo

En la campaña 2020/21 el 22% de los productores realizó análisis de suelo en trigo, 3 p.p. menos en comparación con la campaña anterior. La evolución del mismo puede verse en el gráfico 4. Este indicador refiere al porcentaje de productores que realizó análisis de suelo a fin de diagnosticar la disponibilidad de nutrientes, el contenido de materia orgánica, agua, entre otros. El análisis de suelo es una práctica fundamental debido a que permite realizar una evaluación general de la capacidad productiva del suelo.

NIVEL TECNOLÓGICO

De la utilización de insumos en conjunto con las practicas de manejo y conservación empleadas en la producción de trigo surgen distintos esquemas que son los que determinan tres niveles tecnológicos: Alto, Medio y Bajo.

La mayor adopción de tecnología se concentra en el Sudeste de Buenos Aires y en el Núcleo Sur, con un 66% y 58% de adopción de Nivel Tecnológico Alto, respectivamente.