No caben dudas de que el fuerte salto del miércoles pasado, en la jornada previa a la Semana Santa, fue el resultado del reporte del USDA.

Como si este organismo hubiese querido una mejora en los precios.

El reporte logró sorprender a los operadores, y más que nada los fondos que reaccionaron con presteza para entrar en el mercado.

No fue para menos, ya que el USDA publicó algo inesperado: mientras que las estimaciones privadas sobre los stocks trimestrales hablaban de 197,30 millones de toneladas de maíz, este organismo sorprendió enormemente con una estimación de 195,60 millones.

Y eso no fue todo. Respecto al área de siembra, el USDA proyectó 36,90 millones de hectáreas cuando los privados habían estimado 37,70 millones.

Lógicamente, los compradores se abalanzaron sobre la oferta.

Al llegar al lunes de abril, bien temprano, los operadores se preguntaban cómo iba a moverse el mercado después del abrupto salto de precios.

Una vez digerida la información del UDSA, el lunes, el mercado en Chicago ajustó a la baja.

Los contratos de maíz cerraron con bajas, fundamentalmente por ventas técnicas. Y así el furor de compra se amansó.

Pero en el caso de la soja, el comportamiento fue distinto. Los futuros finalizaron con nuevas subas, ahora por ls posibilidad de una mayor demanda para exportación, dada la escasez de oferta existente en EEUU.

Con relación al mercado local, la tendencia de la jornada fue negativa.

Por soja, el valor propuesto se redujo a USD 323 (contractual, y con descarga en Mayo).

En tanto, el precio ofrecido por maíz disponible quedó estable en USD 200.

Pareciera que los operadores locales no creen en nuevas mejoras por parte de Chicago.

Respecto al futuro, resulta muy difícil estimar los precios.

¿Seguirán las subas? El devenir climático será clave.

También es importante tomar en cuenta qué va a pasar con el dólar en el mundo. Es probable que siga su actual tónica de firmeza. Ello pondría una suerte de techo en la suba de los precios.

El gráfico muestra cómo viene en suba, desde comienzos del año.

Índice dólar

Para terminar, vale recordar que nada sube por siempre. Y el índice dólar nos recuerda, al menos por ahora, que las posibilidades de nuevas alzas en los precios son menos probables.

Los fondos son ágiles. A no olvidar: así como se entra rápido, también se sale velozmente.

Los músculos de los mercados tienen la velocidad casi de la luz.